No deja de sentirse un poco avergonzado este Editorial por ocupar tanto espacio a los devenires del grupo parlamentario de Morena en el Congreso local; pero hay ocasiones como esta en la cual se tienen que poner las palabras firmes en los renglones, ya que es verdaderamente espeluznante lo que el bando morenista pretende aprobar: Una reforma al Código Electoral del Estado en cuyo artículo 35 se establecería que el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo dará «amonestación pública» a los medios de comunicación bajo el criterio de faltar al «honor» y al «prestigio», regulando el «derecho de réplica» de la sociedad política contra la periodística. Primero, resalta la premeditada ignorancia de que esto ya es regulado por una Ley de Derecho de Replica, la cual establece que son los tribunales federales a través de los jueces de distrito los que conocerán del incumplimiento de este ejercicio que–dicho sea de paso–, cualquiera que haya pasado por una facultad de ciencias sociales entendería que la deontología del periodismo nos establece que debemos otorgar tal derecho a quien lo solicite. Segundo, La iniciativa suscrita por todas y casa uno de quienes integran la fracción de Morena, deja abierta la interpretación de los términos «honor» y prestigio» y no ofrece preposiciones relacionadas, las cuales indiquen en qué momentos, contextos y criterios algún periodista estaría faltando a semejantes atributos. Tercero, es especialmente llamativo que el grupo de Morena impulse una reforma así: evoca a aquella demanda por «daño moral» emitida por el líder del grupo universidad (mayoritario entre las y los diputados morenistas) Gerardo Sosa Castelan en contra del escritor Alfredo Rivera Flores, allende el año 2004, por la publicación del libro «La Sosa Nostra: gobierno y porrismo coludidos en Hidalgo», la cual pretendió mediante subterfugios similares castigar la libertad de expresión sobre el presunto honor y prestigio del personaje citado. De tal modo, es increíble que este grupúsculo abra y abra capítulos contra los derechos humanos de las y los periodistas, y busque hacer extensiva aquella persecución judicial contra Rivera Flores a todo el gremio periodístico estatal. Ojalá y pese a esto, haya conciencias libres dentro de Morena que se atrevan a poner el dedo en el curso de este atropello.
Morena, ¿por qué contra el periodismo?
