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viernes, noviembre 22, 2024

2006, año negro para el trabajo sexual en Pachuca

– Las mujeres y los hombres que se dedican al trabajo sexual en Pachuca, no recuerdan haber vivido un peor año que éste, debido a lo que en su momento calificaron de “falta de sensibilidad» del presidente municipal Omar Fayad Meneses. El evento que desencadenó el largo enfrentamiento con las autoridades fue el desalojo de las y los trabajadores sexuales del primer cuadro de la ciudad.

Por: Tania Meza Escorza / Desde Abajo


Sin Respuesta (foto: Especial)

Pachuca, Hgo. México. Después de más de 20 años de laborar en el primer cuadro de la capital hidalguense, trabajadoras y trabajadores sexuales fueron desalojados de este lugar por elementos de la presidencia municipal, lo cual ocasionó protestas y movilizaciones del gremio.

En mayo de este año que concluye, las mujeres y los hombres que ejercen el trabajo sexual en el centro de la ciudad desde hace mucho tiempo, algunas incluso desde hace veinte años, fueron obligadas a abandonar su sitio de trabajo, con el argumento de que Omar Fayad Meneses, presidente municipal por el Partido Revolucionario Institucional, no consideraba adecuada dicha permanencia en la plaza Independencia, principal atracción turística de la ciudad, en donde se ubica el Reloj Monumental.

Pese a que el trabajo sexual iniciaba ya avanzada la noche, las autoridades municipales enviaron a elementos policíacos a ocupar los espacios físicos en donde usualmente se ubicaban las y los trabajadores sexuales, para evitar que dichas personas ofrecieran sus servicios en la vía pública.

A cambio, la alcaldía de Pachuca les reubicó en el boulevard Everardo Márquez a las afueras de la ciudad, sitio en el cual las trabajadoras sexuales accedieron a moverse, pero tras una semana de laborar en el nuevo lugar, las afectadas regresaron al centro porque dijeron no haber recibido ni un sólo cliente.

La historia de las mujeres trangénero dedicadas al trabajo sexual fue diferente, porque ante la remoción se movilizaron para protestar, principalmente en los medios de comunicación, desde los cuales su líder, Karen Quintero, exigía al alcalde una entrevista personal, misma que se dio algunos días después y que arrojó como resultado la reubicación hacia otro punto de la ciudad, del cual también fueron removidas, tras varias quejas vecinales.

A principios de junio, durante la Marcha del Orgullo de la comunidad LGBT de Pachuca, un reclamo se hizo escuchar: respeto por el trabajo sexual de las mujeres transgénero, ello pese a que las organizadoras del evento señalaron que su presencia en las calles era por la conmemoración del orgullo Gay, y no como presión hacia la alcaldía.

Finalmente, y sin mayo reclamo, las trabajadoras sexuales transgénero fueron expulsadas de Pachuca y se fueron a trabajar en los límites de esta ciudad con el municipio vecino de Mineral de la Reforma, lugar en el que continúan hasta hoy.

Otro fue el caso de las trabajadoras sexuales, quienes decidieron enfrentar al presiente municipal. Integradas en el grupo denominado “mujeres libres», las ocho señoras dedicadas desde hace varios años a esta actividad, hicieron fuertes declaraciones públicas contra el alcalde Fayad Meneses. Incluso, cuando el munícipe les advirtió que si no abandonaban el centro de la ciudad, les enviaría a la policía municipal para desalojarlas, las “mujeres libres» volvieron a salir a la calle la noche del 16 de junio.

Ninguna muy alta, ninguna muy gruesa, ninguna menor de 40 años, sin embargo, el alcalde envió 18 policías a desalojarlas, sin ofrecerles una alternativa adecuada de reubicación. Ante la prensa, el presidente municipal comentó que enviaría una brigada policíaca femenina para remover a las señoras, pero no fue así. Sólo tres policías eran mujeres, el resto eran hombres corpulentos, malencarados y armados con toletes.

De las ocho integrantes de la resistencia, sólo arribaron tres señoras vestidas elegantemente. La líder, Yolanda Hernández, se paró frente al destacamento policíaco y se pronunció contra el alcalde, denunció los abusos y expresó que no volverían a votar por el PRI.

Sus otras dos compañeras no disimulaban su indignación: “Es aberrante» decían unas. “No se vale, nosotras somos muy poquitas para haber mandado tantos policías», exclamaban otras más. “Que así se ponga con los narcotraficantes, con los violadores. Nosotras somos indefensas. Se me hace cobarde de parte de las autoridades municipales» era el reclamo colectivo.

Pero la remoción de las y los trabajadores sexuales no sólo fue lamentada por quienes integran este gremio. Torteros, taqueros, taxistas, músicos y administradores de hoteles en el centro de la ciudad, salieron a mostrarles su apoyo. Durante las diversas manifestaciones públicas, hombres y mujeres que prestan servicios en el centro de Pachuca dejaron ver su molestia con el alcalde. «No sabemos por qué el presidente municipal dice que nosotros estamos de acuerdo en que haya corrido a los muchachos y a las muchachas. Esto nos ha afectado a todos, porque los clientes de ellas eran también nuestros clientes. Los músicos, los taqueros, los torteros y hoteleros estamos muy enojados por estas medidas, nos ha bajado la clientela a todos. Este hombre mató la actividad nocturna del centro» comentó indignado Luis Guillermo Mungiro, administrador del Hotel América.

El alcalde de Pachuca ha justificado sus acciones contra las y los trabajadores sexuales con el argumento de que la prostitución está prohibida. “Si eso es todo, tal vez sería bueno que alguno de los asesores del presidente municipal pudiera explicarle la diferencia que existe entre prostitución y trabajo sexual, porque su desconocimiento de los términos básicos de la problemática social, puede llevar al municipio a una situación de violencia que nadie desea» alegaban las y los afectados.

Sin embargo, pese a las protestas que por meses efectuaron las y los trabajadores sexuales, así como al apoyo que recibieron por parte de la población que habita en el centro de la ciudad, las autoridades municipales de Pachuca les expulsaron no sólo del primer cuadro, sino de la ciudad. Actualmente, las mujeres trangénero laboran en un costado de la carretera Pachuca-Tulancingo, mientras que las integrantes de “mujeres libres» han tenido que buscar otras alternativas de supervivencia, ya que sus clientes no las siguieron hasta la zona conurbana y la alcaldía ni siquiera cumplió su ofrecimiento de apoyarlas con microcréditos para que se dedicaran “a otra cosa».

El rudo enfrentamiento del presidente municipal Omar Fayad contra trabajadoras y trabajadores sexuales, que tuvo lugar a lo largo de este 2006, fue contundentemente sintetizado por Yolanda Hernández de “mujeres libres»: “Cuando andaba pidiendo el voto, el señor nos decía que iba a ser muy buen presidente, y ahora ¿qué tenemos? a un represor de mujeres».

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