por Tania Meza Escorza / Desde Abajo
Ni modo, la operación política por debajo del agua de la estructura gubernamental no está resultando suficiente contra Xóchitl, así que Osorio ha dejado los manejos en las sombras para salir a la luz pública.
Su débil candidato no está aguantando los embates. Se necesita una figura fuerte pero ¿cuál? Con tal de que ninguno de sus cuates le hiciera sombra, en todo su sexenio no dejó crecer a la gente que le rodeaba y, quien en algún momento intentó destacar, fue sacado del primer cuadro del poder.
Actualmente, él es el único político con la fuerza suficiente como para encabezar públicamente una campaña tan intensa como nunca antes se había visto, así que, ni hablar, le toca entrarle.
Este lunes, Osorio se presentó en el mismo programa televisivo público que hace dos semanas generó para Xóchitl grandes espacios mediáticos nacionales y hasta internacionales.
Sin nombrarla, atacó y denostó a la adversaria, defendió a su cuate candidato, descalificó a la revista Proceso y, por si su sola presencia no lo había dejado claro, hizo un reconocimiento implícito a la actitud poco profesional de la conductora. “Te felicito por tu noticiario tan consolidado”, dijo mientras la tristemente célebre “periodista independiente” sonreía de oreja a oreja como diciendo a quienes le reprobaron: “¿Ya ven como estuvo bien lo que hice?”.
El mensaje que Osorio dio es: premiaré a todo aquel que haga tonterías contra la oposición, aunque estas acciones puedan costarnos un elevado precio a nivel nacional. Adelante, ¿quién es el próximo neófito con iniciativa?
Y a propósito de neófitos… otro error tricolor. El dentista gil es candidato a diputado por el distrito II. Cero méritos políticos, cero méritos académicos, inclusive, cero méritos en la universidad que simulaba regir, porque al interior nunca fue capaz de hacerse obedecer ni por sus colaboradores más cercanos. Su único mérito: ser amigo de Osorio.
Para no variar, otra amiga premiada que dio a Pachuca una noticia buena y otra mala. La buena: por fin el municipio tiene una presidenta; la mala: es impuesta.
En usurpación de funciones de la asamblea municipal, el Congreso del estado volvió a tratar a la alcaldía pachuqueña como lo que era antes de José Antonio Tellería: la caja chica del gobierno.
No importa la municipalidad, la titularidad de la presidencia es un puesto más del gabinete de Osorio en donde puede ponerse y quitarse a quien quiera. Adiós a la elección popular. Sólo siendo muy cínicos, los priístas podrán seguir hablando de imposiciones.
Osorio tiene más trabajo que nunca. No pensó que las buenas épocas en donde la oposición apenas y existía, concluirían antes que su sexenio. Se rodeó de gente incompetente y no hubo problema, pero hoy, cuando él tiene que hacer todo porque nadie está capacitado para solucionar problemas de manera inteligente, se lamenta por no haber generado un buen equipo de trabajo en quien pudiera apoyarse en los tiempos rudos.
Mañana, tal vez le leamos directamente recomponiendo los errores garrafales que en Twitter genera ahora una burdísima campaña contra toda persona hidalguense que piense diferente. Lástima que esta estrategia en redes sociales esté tan mal planeada como su precampaña mediática en general (Hasta para coordinar la guerra sucia hay que tener, al menos, la primaria concluida). Ni modo, mandatario, a “twittear”, porque ni eso sabe hacer su equipo.
Osorio es tan fuerte que, desde la nada, llegó a la cima del poder local, pero su fuerza alcanzó no sólo para abrirse camino él, sino para jalar a todos sus amigos, a quienes hoy coloca en espera no sólo de tener un grato período de post gobierno, sino de asegurar el maximato, aun cuando la fórmula de hacerse suplir por los incondicionales carentes de méritos y de voluntad propia, nunca ha sido del todo efectiva, pero es lo único que por ahora puede hacer para permanecer. Claro, antes hay que ganar y, por primera vez, el triunfo no está asegurado.
taniamezcor@hotmail.com
Los comentarios están cerrados.