por Pablo Vargas González
La movilización social en diferentes espacios y múltiples instancias, de las últimas semanas han desbordado todas las expectativas sobre las redes sociales. Pero no ha sido en automático ni menos por decreto, se ha generado en respuesta a la cerrazón autoritaria del control de los medios monopólicos. Pero también ha sido en clara refutación de las “encuestas” manipuladas.
Hay dos elementos del proceso electoral, que se tornaban tradicionales que han sido plenamente refutados por el público y por la ciudadanía. El control informativo a través de los grandes medios de comunicación, sobre todo las televisoras y las encuestas que desde antes de las campañas ya daban resultados definitivos.
Si bien las encuestas electorales han sido un elemento innovador en las elecciones mexicanas en toda la etapa de la larga transición política (1977-2012), en la etapa actual está ocurriendo un uso y un abuso desbocado que está lejos de dar garantías y certidumbre a la opinión pública.
Las encuestas de preferencia electoral, fueron paulatinamente instalándose en el público mexicano, sobre todo en aquellas elecciones locales y federales donde la competencia se fue haciendo cerrada entre candidatos y partidos, y prácticamente fueron acompañantes de la apertura, la alternancia y el pluralismo político, en elecciones altamente competitivas.
Las elecciones presidenciales de 1988 fueron las primeras donde las encuestas se hicieron presentes. De ahí en adelante jugaron un papel en los procesos de alternancia político electoral. Pero hoy, algunas de ellas han generado la duda entre amplios sectores de la población. La que más llama la atención es una que tiene resultados día a día y que se publica en un diario nacional, y en donde no cambian las cifras.
Es por ello que cobran una importancia de comunicación las redes sociales, generadas a través de internet y la telefonía celular (con facebook y twitter), que han resultado un medio fuera del control monopólico y autoritario, así se demuestra en las movilizaciones sociales de los últimos días.
Así se expresa en varias ciudades del país donde los jóvenes salieron a las calles gritando en contra del control informativo de la televisión. Esas movilizaciones fueron resultado principalmente de convocatorias anónimas, convocadas a través de redes sociales. Mucho recuerda a las movilizaciones de otros países donde hay un despertar ciudadano, y ha generado movilizaciones de indignados.
El ciberespacio se ha ciudadanizado, puesto que intervienen opiniones a favor y en contra de los diferentes tópicos, inclusive para impedir y obstruir los mensajes ya hay grupos organizados que son pagados o la inclusión de robots (Trolls) para evitar mensajes críticos hacía los políticos o sus acciones. Pero son claras las tendencias a favor o en contra de las libertades.
Al inicio de este proceso electoral si bien se esperaba que las redes sociales ocuparan un lugar, tal vez no como lo fueron en las elecciones de Estados Unidos con el ascenso de Obama en 2008, hoy con las diversas manifestaciones y expresiones sociales las redes sociales tendrán un papel destacado.
Las voces, las palabras y los mensajes que se encuentran en redes sociales (facebook, twitter, youtube), claro revisándolas, en un nivel y velocidad inmediata da la impresión de una “democracia efímera”, de una correlación de fuerzas real entre actores y protagonistas, que desde luego tiene sus límites, ya que las “mayorías” del ciberespacio no se traducirán a favor de alguna fuerza política, pero si muestran un fervor y una intensidad a favor del cambio y en contra de los monopolios.
Una cuestión es clara, las encuestas electorales publicadas por los propietarios de los medios privados, están perdiendo credibilidad y no pueden ser la foto del día de las elecciones, simplemente no son creíbles. Tal vez habría que buscar a los 18 millones de “indecisos” de las encuestas en las redes sociales.
Las redes sociales son un nuevo espacio, de comunicación, información y debate abierto. La rapidez de la información y comunicación inclusive ha hecho bajar o subir puntos reales en las preferencias de la y los candidatos. Reitero, las redes sociales serán un elemento nuevo en las elecciones mexicanas y aun no sabemos su dimensión y alcance.