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jueves, junio 26, 2025

Elecciones 2012: Aún no concluye el proceso

por Pablo Vargas González

Aun cuando la actividad principal del proceso electoral 2012 ya se realizó, con la jornada electoral del domingo pasado, es preciso decir que aun no termina el conjunto de actividades que incluyen la elección presidencial. En este momento aun se encuentran, en muchos distritos del país y de Hidalgo, los cómputos distritales, y el próximo domingo el cómputo de la elección del Senado. No se puede cantar un “triunfalismo” después de haber concluido estos mecanismos.

Llama mucho la atención, que desde el domingo 1° de julio, se orquestó en todos los medios de comunicación, que ya había un ganador. Se construyó un escenario similar al 2006 para condicionar a los electores de que ya estaba todo dicho, y que la gente ya había votado. A todas luces es falso. Si bien, se encuentran los elementos del Programa de resultados electorales (PREP) y se emitió el resultado del Conteo Rápido del IFE, que son indicadores fuertes, son los cómputos distritales los que darán la razón y los resultados finales por distrito.

No obstante lo anterior, es importante señalar que hay mucha inquietud en los electores y en las redes sociales, donde se preguntan sobre los resultados reales. También los mismos ciudadanos han seguido “subiendo”, es decir insertando “pruebas” o haciendo comentarios sobre deficiencias e incidentes el día de la jornada electoral.

Desde luego, que son elementos meramente simbólicos ya que no tienen una validez que incidan en el proceso electoral, ya que se debieron hacer valer el día de las votaciones. No cabe duda que hace falta mayor preparación de los electores para que hagan valer la defensa de su voto y la limpieza de las elecciones. Falta una cultura de la denuncia en los ciudadanos, que claro se enfrentan con instituciones cerradas, que saben que no les van hacer caso.

De los que si había que tomar con mucha seriedad son los informes de las organizaciones civiles que fungieron como “observadores electorales”. Una de ellas, que goza de un historial de prestigio en el nivel nacional fue Alianza Cívica A.C., que se asoció a diversas organizaciones en 21 estados del país.

Alianza Cívica observó la Calidad de la Jornada Electoral, con más de 500 observadores electorales acreditados ante el IFE, en el reporte preliminar, se destaca que en 21 por ciento de las casillas, existió violación al voto secreto. En los estados de México, Jalisco, Coahuila, Jalisco Puebla y Yucatán son los estados donde se presentan las mayores irregularidades mientras que el 28.4 por ciento de los ciudadanos encuestados, estuvieron expuestos a al menos una práctica de compra y coacción del voto en la jornada del 1º de julio del 2012.

Alianza Cívica diseñó una muestra que consideró lugares en los que cuenta con organizaciones que son referentes históricos, y excluye zonas de alta conflictividad que pudieron poner en riesgo la integridad física de los observadores electorales, obtenidos en los estados de Baja California, Baja California Sur, Chihuahua, Coahuila, Distrito Federal, México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Oaxaca, Puebla, Querétaro, San Luis Potosí, Sinaloa, Sonora, Tabasco, Veracruz y Yucatán.

Los informes y resultados que se dan sobre la “operación electoral” en el mismo día de la elección son evidencias de la “calidad de las elecciones” y de su impacto en la orientación del voto. No podemos ser triunfalistas y decir que no hubo interferencias y prácticas tradicionales y viciadas sobre los electores. Los resultados son impresionantes. La encuesta de alianza Cívica además de arrojar datos sobre la coacción y compra de votos nos indica datos de cultura política de los electores.

Alianza Cívica concluye que las prácticas de compra y coacción del voto han aumentado en los últimos procesos electorales (2009 y 2012) y han permeado en la cultura política de muchos mexicanos. Todos los partidos utilizan en mayor o menor medida el regalo o la presión para violentas los derechos políticos y sociales de los ciudadanos. Pero es claro que quién maneja y opera con más dinero es quién obtiene mayor número de votos coaccionados.

Si bien el desempeño de la institución electoral (IFE) nuevamente se encuentra en los ojos de la sociedad mexicana. También es cierto que se debereía de considerar los “operativos” y estrategias que hicieron los partidos. Y desde luego esperar a que concluya la calificación de la elección. No se trata de proteger los votos de un partido, de un candidato o de una coalición. En una elección limpia y transparente todos los votos cuentan. En una democracia representativa, por la que los mexicanos han luchado y trabajado, un ciudadano equivale a un voto, emitido y bien contado. Llegar a esto permitirá la confianza y la credibilidad de los electores y de la sociedad.

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