14.4 C
Hidalgo
jueves, diciembre 26, 2024

Huauchinango: «Cómo salía un sobreviviente, el número de muertos lo duplicaba»

A principios del mes de agosto, la tormenta ‘Earl’ mató a 49 personas a su paso por los Estados de Hidalgo, Veracruz y Puebla. Fue en éste último donde se registró la mayor cantidad de muertes; específicamente, en uno de sus municipios, Huauchinango, enclavado en su Sierra Norte, donde se contaron 28 víctimas fatales, producto de deslaves y las corrientes que provocaron  la caída de 265 milímetros de lluvia durante la madrugada del 7 de agosto, lo equivalente a la precipitación de un mes. Un vecino de la localidad, Yibrán Velázquez, profesor de la Universidad Tecnológica de Xicotepec de Juárez, nos describe lo que este fenómeno dejó y significó para la comunidad. 

Una familia busca entre el lodo los restos de su casa, tras el paso de la tormenta 'Earl'. FOTO: El Popular
Una familia busca entre el lodo los restos de su casa, tras el paso de la tormenta ‘Earl’. FOTO: El Popular

HUAUCHINANGO, PUEBLA. –Es sumamente complicado escribir acerca de la terrible tragedia que invade a mi hermoso municipio de Huauchinango. Lo hago con un profundo nudo en la garganta por la tristeza e impotencia que siente mi ser.

Todo empezó el sábado 6 de agosto cuando se avecinaba la peor tragedia registrada en Huauchinango desde 17 años atrás. La incesable lluvia no daba tregua mientras litros y litros de agua se acumulaban en todo el municipio. Llovió en 24 horas lo que en teoría tendría que llover en un mes. De repente se empezaron a escuchar sirenas por todos lados, las calles se empezaron a cerrar y no dejaba de correr agua acompañada de lodo por las calles céntricas de la ciudad. Horriblemente se veían flotar coladeras de cemento ante la presión del agua que las levantaba. En esos momentos era aterrador andar caminando por las calles.

Lo terrible fue cuando varias personas empezaron a pedir ayuda de manera urgente para diferentes colonias de la ciudad, implorando auxilio porque varios deslaves ya habían destruido su casa. Lo más aterrador es que ya el lodo y la corriente de los ríos se había llevado a varios integrantes de su familia. Fueron momentos de tensión y de terror para todos los y las huauchinanguenses. Una madrugada bastante pesada, bastante dura, bastante terrible y, sobre todo, catastrófica.

Al amanecer, el panorama era devastador. Familias enteras lo habían perdido todo. Y otras muchas, vecinos y vecinas de muchas partes de Huauhicnango y sus comunidades buscaban entre los escombros y el lodo a sus seres queridos. Es muy complicado describir el dolor en sus ojos… Huauchinango estaba herido, estaba lastimado, estaba destrozado.

Con el paso del tiempo las autoridades de Protección Civil se empezaron a organizar y muchos grupos sociales también. Se iniciaron las labores de rescate, de limpieza y de acopio de víveres para los más necesitados. No importaba la clase social; no importaba la competencia comercial ni política. En algún momento del día, todos, absolutamente todos y todas, nos volvimos Huachinango.

Poco a poco la gente se sumaba a las diversas labores de apoyo, mucha gente trabajando, muchos otros apoyando y muchos más llorando sus terribles perdidas. A momentos se escuchaba que por algún lado había sobrevivientes y eso de repente era alentador. Pero, así como salía un sobreviviente, el número de muertos lo duplicaba y desgraciadamente muchas personas perdieron la vida. Es terrible ver a niños y niñas que perdieron a sus padres y madres; es terrible ver a los padres y madres que perdieron sus casas y algunas cosas que pudieron adquirir con tanto sacrificio.

El tiempo sigue transcurriendo y, como ya lo había comentado, el panorama es devastador. Hoy, ayer y antier, las y los huauchinanguenses lloramos esta terrible tragedia porque nos duelen nuestros hermanos, nos duele nuestra gente, nos duele nuestro pueblo.

Hugo Yibran Velazquez Romero
Hugo Yibran Velazquez Romero
Comunicólogo. Profesor de la Universidad Tecnológica de Xicotepec de Juárez. Colaborador de la Agencia Desde Abajo, basado en Huauchinango, Puebla, México.

Related Articles

Últimas