Lo único que puede impedir que en Hidalgo se apruebe la despenalización del aborto es que el grupo parlamentario de Morena se eche para atrás. Si bien es cierto que fue éste quien presentó la iniciativa, al paso de los días el lobby cristiano, impulsados por el arzobispo de Tulancingo, Domingo Díaz Martínez y el conservador Partido Acción Nacional, intentarán convencer a autoridades menores y algunas mayores de hacer algo para detener la iniciativa. Ya este fin de semana un puñado de católicos marchó en Tizayuca para su causa, pero sin eco en sus demandas anti-derechos, y se espera que se presenten a las afueras del Congreso el día en el que se apruebe la reforma. No obstante, las y los legisladores de Morena no tienen visos de retrotraer su propuesta y, a pesar de los gritos y sombrerazos de la derecha, se aprobará la ley que hace que las mujeres, y nadie más que las mujeres, decidan sobre la suspensión de su embarazo. Sin duda esto será histórico en la lucha de los derechos humanos en Hidalgo y los diputadas y diputados del Movimiento de Regeneración Nacional podrán cosechar los frutos de este éxito.
Apenas pasados doce días de su visita a la refinería de Tula por la conmemoración del 81 aniversario de la Expropiación Petrolera, el presidente Andrés Manuel López Obrador estará de nuevo en Hidalgo, esta vez en la zona huasteca de Huejutla, para echar a andar los programas del bienestar. Es la cuarta ocasión en la cual AMLO visita tierras hidalguenses y el hecho ya se comenta en los corrillos: nunca antes un mandatario federal ha estado tantas veces en esta entidad. Esto, sin duda, es del todo positivo y el gobernador Omar Fayad tiene que aprovecharlo para bien del Estado.
