El pasado viernes 26 de abril, la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) congeló 224 cuentas bancarias de la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH). Lo anterior, como parte de una investigación que desde inicios de año se lleva al cabo en la Secretaría de Hacienda, por supuesto lavado de dinero en las cuentas de la UAEH.
Hay que recordar que el titular de la (UIF), Santiago Nieto, reveló que la máxima casa de estudios del estado de Hidalgo, recibió recursos de países como Suiza a través de 22 cuentas bancarias. El monto estimado de estas operaciones fue de 156 millones de dólares por lo que esos recursos llamaron la atención de las autoridades, quienes decidieron congelar las cuentas mientras no se esclarezca el origen y destino de esos recursos.
En ese estatus se encuentra la investigación por lo que no hay que decirse sorprendido por la reciente medida de congelar más cuentas de dudosa procedencia de la UAEH. Es parte de una investigación que se está llevando a cabo. Pero más aún, la UAEH al recibir recursos públicos está obligada a mantener el principio de máxima publicidad. Esto decir, es sujeto obligado a entregar información completa, oportuna y accesible.
Por lo anterior, no debería sentirse agraviada la UAEH ni juzgar por anticipado un linchamiento político en contra de su autonomía como pretenden hacer creer sus autoridades. Esa institución educativa es valiosa, tiene prestigio y un lugar bien ganado en la sociedad hidalguense. Lo que se está investigando son sus recursos financieros. Y lo anterior, no va en detrimento a la autonomía, ni a la calidad educativa y de investigación de la UAEH.
Muy por el contrario, se pretende transparentar los recursos que recibe la UAEH y solo hasta que se culmine la presente investigación se tendrá un diagnóstico. Si existe algún delito por presunto lavado de dinero como sostienen las autoridades de Hacienda, se tendrán que fincar responsabilidades. Por cierto, después de esta investigación la propia UAEH debería salir fortalecida porque esa institución educativa tiene un alto compromiso con la sociedad y no puede tolerar malas prácticas dentro de sus filas, venga de quien venga.
Pero lejos de eso la UAEH utilizó una estrategia de victimización. Se dijo vilipendiada por las autoridades porque sin mediar “notificación oficial alguna” se congelaron las cuentas con las que la propia universidad tendría que pagar a sus 7 mil 500 trabajadores activos y jubilados.
Utilizando el sentido común y como era de esperarse, se descongelaron las cuentas necesarias para hacerle frente a los compromisos de la UAEH por lo que el pago de su nómina está garantizado.
Eso lo informó Nieto Castillo, en las primeras horas del día 29 de abril. Por tanto, la primera crisis relativa al pago de la segunda quincena de abril está resuelta. Pero falta lo más importante. Analizar con detalle el motivo por el cual la UAEH tiene 224 cuentas bancarias para el manejo de sus finanzas. Una incongruencia por cualquier lado que se vea.
Y justo cuando todo apuntaba a que la UAEH, como máxima casa de estudios del estado tenga una respuesta a la altura de las circunstancias, el rector Adolfo Pontigo Loyola y el presidente del Patronato Universitario Gerardo Sosa Castelán convocaron a una reunión urgente donde se esgrimen argumentos fuera de lugar.
En esa reunión, Sosa Castelán aseguró que los señalamientos que se le hacen a la UAEH se deben “a la pinche envidia y coraje que nos tienen” y remató diciendo que “mientras otras universidades están en quiebra a nosotros nos acusan de tener mucho dinero. ¡Somos chingones no!”, espetó el ex diputado federal priísta ante las risas de los asistentes.
Bajo esos argumentos no hay más que tener una leve sospecha de que las finanzas de la UAEH necesitan urgentemente una revisión por parte de las autoridades financieras.
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