La aprobación del Matrimonio Igualitario dejó a toda la comunidad hidalguense contenta, excepto a los conservadores trasnochados protegidos por el legislador del PAN, Asael Hernández. Fueron estos quienes ayer arribaron al Congreso local en camiones patrocinados por una reconocida empresa funeraria de Pachuca –confirmando para sí mismos la muerte política blanquiazul en un Estado que hace tiempo le sepultó–, para protestar contra la iniciativa que reconoce el derecho de todas las personas a casarse, sin discriminación por condición sexo-genérica. Pero hartos de barabrismo (eso sí, ya habiéndose engullido su tradicional y acarreado lonche), los patrocinados por Hernández ocuparon la «sala del pueblo» para insultar y amagar con golpear a la población que ahí celebraba la ley aprobada. Tanto fue su berrinche, que el presidente del Legislativo, Ricardo Baptista, tuvo que llamar al orden en más de una ocasión debido a los gritos de los fanáticos religiosos. Pero, al final, la razón se impuso. Y la ciencia. Y la humanidad. Y el sentido común. Todo de lo cual da muestras de carecer la representación panista en la Cámara local.
Otros que llegaron al Congreso ayer fueron los de Morena, pero estos a protestar… no se sabe exactamente contra quién o qué. Se llamaron «de Morena de verdad» y, a decir del consejero estatal de ese partido, Pedro Hernández, acudieron desde dos o tres municipios a la Cámara para reclamar que el legislativo bajo el poder de sus correligionarios apruebe medidas en apego a las políticas del presidente Andrés Manuel López Obrador. Quizá sólo querían recursos para sus localidades o quizá era una marcha contra quienes integran el Grupo Universidad dentro del morenismo. Lo cierto es que los golpes y jaloneos en el Movimiento de Regeneración Nacional de Hidalgo ya son visibles y parece que todo empeorará de aquí a noviembre cuando elijan a su nueva dirigencia estatal.
