En los días recientes publicamos una servicio de SemMéxico en el cual se da cuenta que, a propósito de las elecciones a gubernaturas del año 2021, el INE está obligando a los partidos a aplicar la paridad de género ahí donde tuvieron buenos resultados electorales en los comicios similares anteriores; es decir, que ahí donde triunfaron en su elección gubernamental anterior y si lo hicieron con una candidatura nominada por un hombre, deberán llevar una mujer ahora. Claro que le brinda a los institutos la posibilidad de decidir por sí mismos donde aplicar la paridad, siempre y cuando sea en la mitad del total de elecciones que existan en el calendario y que elija aquellas donde sacaron mejor resultado electoral. Este es un criterio que aplicará también en las elecciones del 2022 donde Hidalgo renovará su gubernatura; y en el caso de PRI, en tanto partido en el poder, son muchas las posibilidades de que se aplique la paridad. Estas chances aumentan si se considera la aplastante victoria que obtuvo el gobernador Omar Fayad Meneses en su elección, con 43.14 % de los votos sobre el 27.88 % de su más cercano competidor, el PAN. De tal modo, se vislumbra como una fuerte, muy fuerte posibilidad, que el priísmo elija a la que sería su primera candidata a la gubernatura de Hidalgo (en este caso, el PAN cumpliría con la misma obligación).
¿Y quienes podrían ser CANDIDATAS del PRI al Gobierno de Hidalgo?
A razón de excluir a la secretaria general del PRI, Carolina Viggiano Austria, y a la senadora, Nubia Mayorga Delgado, por no contar con suficientes méritos locales debido a sus responsabilidades centradas en la Ciudad de México, se asoman dos cuadros que sí tienen trabajo verificado en territorio hidalguense y con llamativos resultados. El primero en estricto sentido alfabético, es la secretaria de Finanzas, JESSICA BLANCAS HIDALGO, quien ha logrado mantener fuerte el aparato económico del Estado. De hecho, la bancada de Morena en el Congreso local se rindió a sus pies en su pasada comparecencia ante la Legislatura, reconociéndole su liderazgo, admiración, respeto y augurándole un futuro promisorio. Se trata, pues, de una loa directa por parte del grupo de oposición más importante en la entidad. Tal episodio habla por sí mismo de los éxitos cosechados por Blancas Hidalgo, amen de sus aportes fundamentales a la gobernabilidad en todo el territorio hidalguense en medio de la crisis económica provocada por la pandemia. Si el gobernador Omar Fayad ha logrado mantener a flote el barco a pesar de los embates del COVID19, se debe, en parte, a la eficiencia de la secretaria de Finanzas del Gobierno estatal.
Otro perfil natural a ser candidata del PRI al Gobierno de Hidalgo es, precisamente, la presidenta de ese Partido en la entidad, ÉRIKA RODRÍGUEZ HERNÁNDEZ. Bajo su liderazgo, el tricolor remontó el descalabro de las elecciones de 2018 y las municipales de 2017. De 23 Ayuntamientos que estaban bajo custodia del PRI, Rodríguez Hernández consiguió 32, incluídas las ciudades de Pachuca, Tulancingo y Mineral de la Reforma, y la tendencia indica que volverá a colocar diputaciones federales y locales por mayoría. Tales logros no son obras de a casualidad. Hizo falta un trabajo muy fuerte entre las bases priístas, las cuales habían quedado muy lastimadas por culpa de las dos dirigencias anteriores. Rodríguez Hernández visitó todos los comités municipales del PRI, habló con líderes comunitarios, resarció la estructura, mantuvo a raya a los que amenazaban con indisciplinarse y, por si fuera poco, compuso las finanzas del Partido pues sus anteriores dirigentes del Comité Ejecutivo Estatal perdieron hasta los vasos desechables. Rodríguez Hernández supo capitalizar los éxitos de la administración de Omar Fayad, de modo que el priísmo resurgió como la primera fuerza política en Hidalgo.