PACHUCA — Cómo se adelantaba en algunas columnas nacionales, el PRI, PAN y el PRD, más el Partido Movimiento Ciudadano, anunciaron que votarán en contra de la iniciativa de Reforma Energética del presidente López Obrador y que presentarán una contrapropuesta basada en doce puntos.
En general, la propuesta de la coalición Va X México quiere hacer lo mismo que en su momento impulsó Enrique Peña Nieto con las gasolinas y, esto fue, beneficiar a las empresas privadas para que usufructuaran el energético mexicano y lo vendieran por su parte al pueblo mexicano.
La contrapropuesta del PRIANRD, pues, se opone a que México sea el único propietario y administrador de la energía eléctrica y quiere a fuerza que entren al negocio las empresas privadas, incluso minoristas, con el pretexto de ampliar la demanda. Además, se atrevieron a incluir una iniciativa para que la energía fuera certificada por organismos «internacionales» (es decir, europeos y estadounidenses) y no sólo por las autoridades mexicanas.
Pero olvidaron mencionar que una medida similar es la que tiene hundida a España en una crisis energética pues, ahí, los esos «organismos internacionales» (en pocas palabras, subastadoras) son los que fijan los precios de la electricidad día con día con base en pujas económicas. Así, el pueblo español vio como aumentaron hasta en un 200 por ciento los costos del consumo de luz en su hogar, empobreciendo dramáticamente su calidad de vida.
Otro punto importante de la iniciativa prianista es hacer que privados le entren al negocio del Litio y este no sea explotado sólo por México como nación. O sea, que sí el Estado sea la propiedad pero que las empresas puedan explotarlo; ajá, igual que con las gasolinas.
La iniciativa del PRIAN fue empujada por el presidente nacional del Revolucionario Institucional, Alejandro Moreno y el coordinador de la bancada priísta en el Congreso, el coahuiliense Rubén Moreira Valdéz. Su llamada «contrapropuesta», en los hechos, es romper con la intención de que México mantenga la soberanía sobre la industria eléctrica tal cual lo plantea AMLO, para que nuestro futuro, pasando por nuestros bolsillos, dependan de manos privadas.
Por donde se le vea, esto es una traición a México, una nueva, tal cual lo sufrimos con el degradante sexenio de Peña Nieto y su reforma petrolera.
