La Secretaría de Cultura de Hidalgo, encabezada por Tania Meza Escorza, busca descentralizar la cultura para difundir las tradiciones de cada comunidad de la entidad, por ello, este Día de Muertos recorre sus regiones para difundir las diversidad que enmarca esta festividad y en conjunto con el ayuntamiento de Ixmiquilpan, presidida por Araceli Beltrán Contreras, invita a la población a honrar la vida de quienes fallecieron por Covid-19.
El homenaje para recordar a las personas que perdieron la vida por este virus se llevará a cabo en el jardín principal de Ixmiquilpan el 01 de noviembre a las 19:00 horas y consistirá en un encendido de velas como parte del luto nacional dentro del programa de actividades por el Día de Muertos que por segundo año consecutivo el gobierno municipal nombró como “Fiesta de las almas 2022”.
Además, con el objetivo principal de promover, preservar y rescatar la tradición de estas fechas se realizará el concurso de tapetes “Hai du inframundo”. Las y los participantes deberán ser originarios de Ixmiquilpan, podrán participar con tapetes elaborados de forma individual o en equipo con materiales como aserrín, arena, flores y semillas.
El jurado evaluará la temática de Día de Muertos, originalidad y creatividad, la inclusión de elementos de la cultura hñähñú y las medidas del mismo. El montaje y concurso será efectuado el martes 01 de noviembre a partir de las 09:00 horas.
Los tapetes son símbolo de la cultura del Valle de Mezquital e Ixmiquilpan se ha caracterizado por plasmar sus raíces y tradiciones en coloridos tapetes elaborados por artesanas y artesanos, así el Día de Muertos en la región es una fusión entre lo prehispánico y lo novohispano.
En el Valle del Mezquital, como en gran parte de la región hidalguense, la celebración de los fieles difuntos comienza su preparación meses antes y resalta su tradición principalmente en los municipios de Atitalaquia, Chapantongo, Huichapan, Ixmiquilpan, Mixquiahuala, Nopala, San Agustín Tlaxiaca, Santiago de Anaya, Tecozautla, Tepeji de Río y Tezontepec de Aldama.
El pueblo otomí acostumbra la elaboración de altares, los cuales consisten en estructuras a base de mesas, tablas y cajas cubiertos con manteles y servilletas bordadas. Las paredes sirven como «alzares» o «portadas» del «altar», ya que se fijan en ellas otros santos y adornos. Las familias elaboran su ofrenda, también conocida como «tendido», con petates o algún otro elemento propicio, y colocan frutos, flores, comida, velas y copal.
La ofrenda resulta, según la propia acepción, un «ofrecimiento» a los fallecidos, un acto de reconocimiento con respeto y afecto. La celebración en todas las regionales recrea la vida terrenal de los seres humanos que se han ido, a través de la «convivencia» y el consumo compartido de alimentos con sus familiares vivos.
Asimismo, el Valle del Mezquital también resalta por su siembra previa de la flor de cempasúchil, el bordado de los manteles y las servilletas, así como la compra de los canastos y los ingredientes para los alimentos que serán colocados en el «altar». Así, la última semana de octubre se inicia el armado de «altares» y su correspondiente «purificación» mediante la cuerna de copal con el objetivo de preparar las condiciones para los días 1 y 2 de noviembre.
Al reconocer y difundir las tradiciones de las diferentes regiones, Tania Meza Escorza, titular de la Secretaría de Hidalgo da cuenta de la multiculturalidad para llevarla a cada rincón del estado porque como lo marca el gobierno de Julio Menchaca Salazar la cultura es primero y primero es el pueblo.