Transcurridos un mes y 10 días del gobierno encabezado por Julio Menchaca, el morenista camina hacia la ruta prioritaria que él mismo trazó: la lucha anticorrupción como brújula de navegación.
En un arranque de gobierno en el que le tocó ajustarse a la inercia presupuestal del último año de su antecesor y que deriva en un escaso margen de maniobra para levantar sus propias obras, Menchaca tomó la determinación de abrir su gobierno enfocado en lo suyo y por eso su primera acción relevante fue dar a conocer lo primero que encontró: una red de corrupción a la que etiquetó como la “estafa siniestra”.
Mediante una ingeniosa sustitución de un adjetivo, el gobierno de Menchaca nos remontó a la “estafa maestra” uno de los hechos más notables de la corrupción que distinguió al régimen encabezado por el priista Enrique Peña Nieto.
Con el epíteto, el primer gobernador surgido de la oposición en Hidalgo marcó claramente su administración de la pasada, lo cual ha funcionado en la percepción de sus gobernados.
Quizá esa sea la razón por la cual Menchaca logró ocupar el quinto lugar en el Ranking de Aprobación de los Ejecutivos Locales que promueve la organización civil México elige y cuyos más recientes resultados fueron publicados la semana pasada.
En esa misma lógica, el mandatario confirmó el primer fruto de su lucha contra la corrupción: la recuperación de 50 millones de pesos por parte de un alcalde que los habría desviado de manera ilícita.
Luego de participar en la inauguración del Festival del Paste, el pasado viernes 14 de octubre, Menchaca reveló que uno de los alcaldes involucrados en la estafa siniestra se acercó a su gobierno para regresar al menos 50 millones de pesos desviados del erario, lo cual dijo, es un acto que al menos denota buena fe del edil, que presionado por la determinación de su gobierno y por la posibilidad de ser procesado, habría decidido enmendar su camino.
Sin revelar aún el nombre del alcalde que rectificó, bajo el argumento de no alterar el curso de las investigaciones, Menchaca dio su primer golpe certero al lograr recuperar 50 millones de pesos que serán devueltos para cumplir su objetivo original, que es aliviar una de las muchas necesidades de la población, como él mismo dijo el pasado viernes ante la prensa.
Aún faltan varios alcaldes que devuelvan la parte que les corresponde en este desvío masivo que involucra unos 500 millones de pesos, pero al menos uno ya decidió regresar parte de lo robado.
Con ello el morenista inició su gobierno siendo congruente con su bandera, pero también con un logro tangible que se traducirá en recursos para llevar a cabo acciones a favor de la ciudadanía. La lucha contra la corrupción, ya se vio, tiene beneficios que se reflejan en pesos y centavos y en percepciones ciudadanas favorables para el mandatario en turno.
