15.4 C
Hidalgo
jueves, noviembre 21, 2024

Los medios avalan encuesta fraudulenta en Cuba

 

por José Manzaneda

El pasado 7 de junio, el diario El País titulaba “Una abrumadora mayoría de cubanos quiere cambio político en la isla” (1). Su periódico asociado en Miami, El Nuevo Herald, encabezaba su noticia con “Mayoría de cubanos no se beneficia de reformas”, sobre la foto de una calle de La Habana con un edificio en ruinas (2).

Éstos y otros grandes medios internacionales convertían en noticia los resultados de una supuesta encuesta entre la población de Cuba, según la cual un porcentaje importante desea un cambio de sistema político en su país y ve con escepticismo los cambios económicos que impulsa el Gobierno de la Isla (3).

Pero, ¿de qué encuesta se trata?

Es el sondeo que cada año publica el Instituto Republicano Internacional (IRI), una organización estadounidense vinculada al Partido Republicano (4). El supuesto muestreo recoge la opinión de 787 personas, es decir, de un 0,007 {9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd} de la población cubana. No se especifica el método de selección de la muestra, aunque algunas fuentes apuntan a que las personas fueron elegidas, precisamente, entre los grupos de la llamada “disidencia” cubana (5).

El diario El País señala que el Instituto Republicano Internacional “recibe fondos del Gobierno norteamericano”, para seguidamente, asegurar que para realizar la consulta “logró sortear las prohibiciones del régimen comunista a los sondeos independientes”. La pregunta parece obvia: ¿cómo es posible que una organización que trabaja con fondos del Gobierno de EEUU para un programa contra el Gobierno cubano realice, a la vez, un sondeo “independiente”? El socio comercial del diario del Grupo Prisa, El Nuevo Herald de Miami, era aún más burdo: describía al IRI como “una organización no lucrativa que trabaja para promover la libertad en todo el mundo”.

Pero, ¿qué es el Instituto Republicano Institucional? Fue fundado en 1983 por el Gobierno de Ronald Reagan (6). En esos años, varias comisiones del Congreso de EEUU investigaron las actuaciones abiertamente criminales de la CIA en el mundo. El Gobierno decidió entonces que parte del trabajo de la Agencia se realizara de una manera más abierta y fiscalizable, a través de la National Endowment for Democracy (NED), una supuesta entidad no gubernamental pero dotada con un presupuesto gubernamental multimillonario (7). El Instituto Republicano Internacional es, a su vez, una de las cuatro principales entidades receptoras de fondos de dicha NED (8). Pero el IRI, además, accede a millonarias partidas de la USAID (la Agencia de EEUU para el Desarrollo Internacional) y del propio Departamento de Estado, para programas de apoyo a grupos opositores a los Gobiernos contrarios a los intereses de EEUU (9).

El IRI está presidido por John McCain, último candidato republicado a la Casa Blanca y abiertamente partidario del endurecimiento del bloqueo contra Cuba (10).

En Cuba, el IRI sostiene económicamente, forma políticamente y suministra equipos a diversos grupos de la llamada “disidencia”. Uno de ellos, por ejemplo, el “Centro de Estudios Socio Económicos y Democráticos”, se dedica a la obtención de información sobre negocios de terceros países en Cuba, con la intención evidente de facilitar las presiones y sanciones de EEUU a posibles inversores en la Isla (11).

Pero sus programas se reparten en numerosos colectivos. En un documento interno de 2008, titulado “Sectores de cambio en Cuba”, el IRI proponía un programa, a dos años, dotado con 750.000 dólares, destinado a grupos de población calificados como “no tradicionales o marginales”, con el objetivo de convertir en “oposición política” a jóvenes tatuadores, grafiteros, punkis, raperos o vendedores en el mercado negro (12). Esta estrategia tenía un punto añadido de inmoralidad, al mencionarse explícitamente, en el documento, la conveniencia de aprovechar las condiciones de penuria económica y descontento social en Cuba tras el paso de los huracanes Gustav e Ike.

El IRI, como la NED y otras entidades afines, tiene estrechos lazos con las agencias de inteligencia de EEUU. En otro de sus documentos internos, también de 2008, se lee que uno de los objetivos principales de sus programas en Cuba es la recolección de informaciones para ser trasladadas “a las agencias del gobierno norteamericano” (13). En el mismo documento, se contempla la formación de la “disidencia” cubana en métodos de cifrado de comunicaciones por Internet, empleando el modelo aplicado por la oposición en Siria. Y en uno de sus informes trimestrales del año 2009, se lee que, entre las prioridades de recogida de información, están los programas de desarrollo de la informática en Cuba, especialmente los dirigidos a promover un desarrollo independiente de EEUU en este sector (14). Es decir, información que puede permitir al Gobierno norteamericano, aparte de posibles acciones de ciberguerra, estrechar el bloqueo en materia de acceso a Internet en la Isla.

En este sentido, resulta cínico que, en los resultados de la citada encuesta del IRI, se remarque el descontento de la población cubana por la baja conectividad a Internet (15). Todos los grandes medios que informan sobre ello dan a entender, por descontado, que es el Gobierno cubano el culpable de esta situación (16). Ninguno menciona que es el bloqueo de EEUU el que limita la conexión a Internet en Cuba, que no puede conectarse a los cables de fibra óptica que rodean la Isla por ser propiedad de empresas norteamericanas (17).

Para hacer llegar fondos y equipos a la llamada “disidencia” cubana, el IRI utiliza, por lo general, organizaciones intermediarias de otros países, como Solidaridad Española con Cuba, con sede en Zaragoza, y Pontis, de Eslovaquia (18). Un documento interno muestra que, en 2008, el IRI entregó 615.500 dólares a la citada Solidaridad Española con Cuba, organización soporte, a su vez, de las conocidas Damas de Blanco (19).

Esta triangulación de fondos es el modus operandi habitual para ocultar el financiamiento millonario de la disidencia por parte del Gobierno de EEUU.

Además, recordemos que el Instituto Republicano Internacional –según algunos medios una “organización no lucrativa que trabaja para promover la libertad en todo el mundo”- está directamente implicado en recientes golpes de estado en América Latina: en el de Venezuela en 2002, el de Haití en 2004 y el de Honduras, en 2009, países donde financia desde hace años a partidos, ONGs, medios y centros de estudios vinculados a la derecha política (20).

Éstos son apenas algunos de los datos públicos, conocidos, sobre el IRI, la entidad autora de la citada encuesta en Cuba, cuyos resultados han sido convertidos en realidad informativa por los grandes medios internacionales, sin el más mínimo cuestionamiento de su más que dudosa credibilidad.

 

Related Articles

Últimas