. El investigador Pablo Vargas González exhortó a las autoridades de la UAEH a cumplir la sentencia que pone fin a un juicio laboral “innecesario para una institución que debe estar dedicada a la docencia, la investigación y el desarrollo cultural”, dijo. “La UAEH, es formadora de abogados y de enseñanza del Derecho, por lo que las autoridades deben actuar en congruencia con el respeto al Estado de Derecho y a la cultura de la legalidad”.
Por Desde Abajo
Pachuca., Hgo., México.- No obstante de perder el juicio, la Universidad Autónoma del Estado de Hidalgo (UAEH) interpuso un recurso ante la Junta Local de Conciliación y Arbitraje (JLCA) donde busca evitar la reinstalación del investigador Pablo Vargas González, alegando que era “empleado de confianza” y no profesor investigador adscrito al Centro de Estudios de Ciencias Sociales de la universidad, con lo cual, continúan las amenazas y anomalías por parte de los abogados de la institución contra el académico cesado injustamente el 3 de enero del 2006.
En conferencia de prensa, Vargas González informó que aún contra la rsolución judicial que exige a la UAEH reinstalarlo, sus autoridades “han incurrido en rebeldía” y han promovido un nuevo juicio llamado: “Incidente de no acatamiento al laudo dictado por la H Junta Especial de Conciliación y Arbitraje”, interpuesto el pasado 10 de noviembre de 2008, en el que” pretenden evitar reinstalarme como profesor investigador universitario, debido a que fui trabajador de confianza´
“Una nueva falsedad, alejado con la realidad. Puesto que tengo las evidencias que comprueban que el 3 de enero de 2006, fecha del despido injustificado, la categoría que tenia era de Profesor investigador de Tiempo Completo de Base Nivel “C”. Con este nuevo procedimiento, las autoridades de la UAEH pretenden violentar la legalidad, y no cumplir con la sentencia del Tribunal Colegiado de Circuito”, expuso Vargas González.
Ante el caso, el investigador anunció su nueva defensa ante este reciente ataque de la AUEH, manifestando su disponibilidad para reincorporarse a la carrera académica que durante 25 años ha llevado y que, a pesar de estos incidentes, no se ha interrumpido.
“Reitero mi disposición para reintegrarme a la universidad en la que crecí, me formé, y me desarrollé académicamente, misma que me ha brindado oportunidades y apoyos, a la que he dedicado y dedicaré mis esfuerzos, proyectos e iniciativas. A la universidad de los hidalguenses”, dijo.
Exhortó a las autoridades de la UAEH a cumplir la sentencia que pone fin a un juicio laboral “innecesario para una institución que debe estar dedicada a la docencia, la investigación y el desarrollo cultural”, dijo. “La UAEH, es formadora de abogados y de enseñanza del Derecho, por lo que las autoridades deben actuar en congruencia con el respeto al Estado de Derecho y a la cultura de la legalidad”.
Además, conminó a las autoridades de la Junta Especial de Conciliación y Arbitraje (JECA) a conducirse de acuerdo a las normas del Artículo 123 Constitucional y a la Ley Federal del Trabajo Vigente, ya que en este largo juicio (No. 4/2006) se expusieron las pruebas y se desahogaron las evidencias “donde se me da la razón”, subrayó.
Juicio ganado; UAEH pierde
El 15 de abril, el Vigésimo Noveno Tribunal Colegiado de Circuito dictó sentencia sobre el juicio de amparo número 135/2008 solicitado a Pablo Vargas González la protección a sus derechos laborales y su reinstalación en su puesto como profesor investigador de la UAEH, con todos sus derechos y prestaciones a salvo.
Con base en lo anterior la Junta Especial de Conciliación y Arbitraje (JECA), dictó una ejecutoria el 30 de mayo de 2008 para hacer cumplir la sentencia del Tribunal Colegiado de Circuito. Las Autoridades de la UAEH recurrieron a un nuevo amparo pero el Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito se los denegó.
Por lo anterior, quedó firme la sentencia definitiva, en primera y segunda instancia cuyo resultado es el siguiente:
1º Se condena a la UAEH a reinstalarme como profesor investigador, “en los términos y condiciones en que lo venía desempeñando hasta antes del despido injustificado”.
2º Se condena a la UAEH el pago de los salarios caídos
3º Se condena a la UAEH el pago de prestaciones diversas.
Finalmente, después de casi tres años, un tribunal federal ha dictado sentencia firme y contundente sobre el juicio laboral que Vargas González mantuvo con las autoridades de la UAEH. El Primer Tribunal Colegiado del Vigésimo Noveno Circuito, dictó una resolución, el 29 de octubre de 2008, en que niega el Amparo solicitado por las autoridades de la Universidad, con lo cual se terminan todas las instancias jurídicas, y con ello se da por concluido el diferendo laboral entre el investigador y las autoridades universitarias.
Como se recordará, el 3 de enero de 2006 Pablo Vargas fue desalojado de su oficina en las instalaciones del Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades de la UAEH, con intimidaciones, presiones y engaños, sin que hubiera ninguna justificación y sin que presentaran ninguna notificación por escrito, lo cual configuró desde ese instante un despido injustificado.
“El juicio estuvo plagado de amenazas por parte de los abogados de la UAEH, y de anomalías evidentes durante el juicio laboral en primera instancia. Las pruebas y justificantes que presentaron las autoridades de la universidad son del todo inconsistentes”, recordó el académico.
Incluso las autoridades de esta institución utilizaron un documento falso como el eje de una supuesta “renuncia” de Vargas González, a lo que siguió la sentencia de la Junta Especial de Conciliación y Arbitraje que favoreció a las autoridades universitarias, basándose un documento falsificado y alterado, que la autoridad arbitral consideró como válido.
Es un documento presentado –explica el académico-, donde supuestamente digo “Que ya estoy cansado del maltrato hacia mi persona y que mejor renuncio para ya no tener más problemas, que es todo lo que tengo que manifestar”, un párrafo que agregaron las autoridades de la UAEH a una acta de entrega recepción de mi oficina, de donde me sacaron con lujo de intimidación, engaños y violencia verbal.
Debido a lo anterior, interpuse por conducto de mi abogado José Antonio Cossío López, el Juicio de Amparo Laboral (447/2007) ante la justicia federal, a través del Tribunal Colegiado de Circuito, para hacer valer mis derecho, sobre lo cual la magistratura falló a favor del académico, exigiendo su reinstalación. Lo cual, busca ser evadido de nueva cuenta por la UAEH.