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domingo, diciembre 22, 2024

Columna: Espiritualidad de la Cuarta República

El amor en tiempos de odio (2)

. El Amor hoy, en estos tiempos de fraude, cinismo y odio, el Amor verdadero, el de «amarillo sol» y el de «rojo sangre», tiene dos nombres simples y claros: Resistencia Civil Pacífica y Desobediencia Civil Pacífica… Es esta la única Esperanza… Es el único Remedio de fondo contra el Odio Estructural económico, social, religioso y político que ha ido creciendo en México y en el mundo en los últimos años…

por diácono Alvaro Sierra Máyer / Desde Abajo

A propósito del «amor», el Evangelio del domingo anterior continúa rasgando e interpelando a cualquiera que tenga una conciencia y se decida a escucharla: «AL QUE TE GOLPEE EN UNA MEJILLA, PRESÉNTALE LA OTRA; AL QUE TE QUITE EL MANTO, DÉJALO LLEVARSE TAMBIÉN LA TÚNICA. AL QUE TE PIDA, DALE; Y AL QUE SE LLEVE LO TUYO, NO SE LO RECLAMES…» (Lc 6,27-38)… ¿Cómo escuchar esto hoy? ¿Cómo explicar esta Palabra y cómo permitir que sea realmente Verdad y Vida en las circunstancias actuales de nuestro México?… A los simpatizantes de «la Otra» esto indudablemente les sonará como una bofetada, como una aberración, como «opio para el pueblo»… A los de la «derecha» abusiva e hipócrita les encantará el texto para llamar convenencieramente y «en el nombre de Dios» a la «paz» y al «orden» y al silencio sumiso sobre sus fraudes y atropellos…

Pero a los millones que soñamos en un Nuevo México, en una Nueva República, simplemente resultan estas palabras verdadero «Evangelio» -es decir, «Buena Noticia»- que nos confirma el rumbo que hemos tomado y los objetivos que nos hemos propuesto: Nuestra lucha ha de continuar siendo por las vías de la Resistencia y de la Desobediencia Civil Pacíficas… El texto del Evangelio que estamos reflexionando implica estar en pie de lucha, implica un amor no «rosa», ni «azul frío», sino un amor muy fuerte y muy comprometido… Y rasga, duele e interpela porque no es fácil… Fácil el amor egoísta o «rosa». Fácil también el odio… El Amor que lucha y que resiste pacíficamente, ese amor es de gente grande y de patriotas auténticos. El Amor que lucha y que desobedece pacíficamente, cuando las leyes o las instituciones son injustas, ese amor es de héroes y de santos…

«Presentar la otra mejilla» no tiene nada que ver con sumisión cobarde. Cuando en el Evangelio de Juan se habla de Jesús recibiendo una bofetada, vemos que Él 1) No devolvió el golpe, 2) Tampoco corrió y huyó, 3) Tampoco se quedó sumisamente callado. Jesús enfrentó a su golpeador y le dijo: «Si he respondido mal, demuestra dónde está el mal. Pero si he hablado correctamente, ¿por qué me golpeas?» (Jn 18,23)…

Gandhi demostró con hechos, con su propia vida, con los resultados que fue obteniendo, el poder que tiene este amor auténtico que lucha sin odio y sin violencia, pero también sin huir, sin dar marcha atrás, sin caer en la sumisión o en la indiferencia, con una enorme fuerza y convicción interiores. La Resistencia Civil Pacífica y la Desobediencia Civil Pacífica son revolucionarias, pero también son eminentemente evangélicas y profundamente espirituales… Y no tienen nada que ver con ninguna «religiosidad» mocha, masoquista, sumisa o cobarde…

La Desobediencia Civil Pacífica, que es propiamente hoy la etapa en la que millones nos encontramos frente al des-gobierno ilegal e ilegítimo, ha de sostenerse y cimentarse en Palabras de Verdad y de Vida como las que hemos escuchado este domingo, en un Amor absolutamente Nuevo como corresponde a Ciudadanos Nuevos en una Nueva República: «El Señor le dará a cada uno según su justicia» (1Samuel 26,2-23, escuchábamos en la primera lectura). Por esta Palabra sabemos que nuestra Victoria es segura…

Desobediencia Civil Pacífica es lo que hizo Jesús ante las «leyes» absurdas o injustas de su tiempo. Ese fue su Amor por su País y por el mundo entero en todas las épocas. Esta fue la Nueva Ley Espiritual que nos dejó como herencia… Por esta Desobediencia Civil Pacífica suya fue por la que lo acosaron, lo persiguieron, lo apresaron y lo asesinaron… Sólo recordemos un poco: «¿Cómo puede blasfemar de este modo? ¿Quién puede perdonar los pecados fuera de Dios?» (Lc 5,21)… «Al ver esto, los fariseos y los maestros de la Ley que eran amigos suyos, expresaban su descontento en medio de los discípulos de Jesús: ‘¿Cómo es que ustedes comen y beben con los cobradores de impuestos y con personas malas?'» (Lc 5,30)… «Los discípulos de Juan ayunan a menudo y rezan sus oraciones, y lo mismo hacen los discípulos de los fariseos, mientras que los tuyos comen y beben» (Lc 5,33)… «¿Por qué hacen lo que no está permitido hacer en día sábado?» (Lc 6,2)… «Los maestros de la Ley y los fariseos espiaban a Jesús para ver si hacía una curación en día sábado y encontrar así motivo para acusarlo» (Lc 6,7)… «Si este hombre fuera profeta, sabría que la mujer que lo está tocando es una pecadora, conocería a la mujer y lo que vale» (Lc 7,39)… Etc., etc., etc… A cada una de estas cosas que pensaban o le decían Jesús respondió siempre con firmeza, sabiduría y autoridad. Pongo aquí sólo una de sus respuestas que es fundamental para comprender su actitud libre y de Desobediencia Civil Pacífica: «El sábado –las leyes- ha sido hecho para el hombre, y no el hombre para el sábado –las leyes-« (Mc 2,27)… Es decir, una ley -y una institución-, si es racional y justa, es para servicio del hombre, para liberarle y hacerle mejor. No para, con pretexto y justificación de la «ley», abusar de él, oprimirlo o disminuirlo… Jesús fue respetuoso de toda ley sabia y justa, religiosa o civil, que estuviera a favor del hombre. Pero denunció y desobedeció un montón de «leyes» arbitrarias, inútiles, irracionales, hipócritas y abusivas que sólo beneficiaban a unos cuantos, tanto en el campo de lo civil como de lo religioso…

Su Amor, el Nuevo Amor, fue inaguantable para los que vivían y predicaban un «amor» falso, hipócrita y convenenciero… Para estos representantes del «amor» viejo y podrido es para quienes especialmente pronunciaba Él las palabras de este domingo: «Sean misericordiosos… No juzguen… No condenen… Perdonen… Porque con la misma medida con que midan, serán medidos» (Lc 6,27-38)… ¿Habrán escuchado esto los ricos y poderosos, los jerarcas religiosos, los usurpadores en México, los medios de comunicación vendidos? ¿O habrán volteado hacia el pueblo, hacia los que estamos luchando, como diciéndonos, «en nombre de Dios»: «Ahí les hablan. Pónganse en orden. Quédense calladitos. Perdónennos otro sexenio nuestros abusos y atropellos. Tengan misericordia de nosotros que sólo somos unos pobrecitos ricos. No sea que aparte de no tener bienes en esta tierra también se queden sin los del cielo, eh?»…

El Amor hoy, en estos tiempos de fraude, cinismo y odio, el Amor verdadero, el de «amarillo sol» y el de «rojo sangre», tiene dos nombres simples y claros: Resistencia Civil Pacífica y Desobediencia Civil Pacífica… Es esta la única Esperanza… Es el único Remedio de fondo contra el Odio Estructural económico, social, religioso y político que ha ido creciendo en México y en el mundo en los últimos años… Los creyentes verdaderos, los hombres y mujeres libres y espirituales en la Nueva República, sabemos lo que tenemos que hacer y lo seguiremos haciendo… (Desde Abajo)

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