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martes, marzo 19, 2024

Opinión: 2006-2012: El sexenio decisivo

– Con toda esta ola de recortes, debemos hacer reflexiones básicas, ¿es justificable sacrificar rubros tan importantes como la educación, el campo, la salud y el desarrollo social para el ahorro en el gasto público?, hay que estar concientes de que estos ámbitos son básicos para el crecimiento nacional y no son un gasto que esté sujeto a negociación, debe existir un compromiso con estas áreas y al parecer el futuro que se ha trazado desde este primer año de la administración de Calderón no es muy alentador.

Por: Gustavo Godínez / Desde Abajo

Cada día en los noticiarios de radio y televisión, en los diarios y revistas, vemos una cantidad innumerable de propaganda política, con los comerciales oficiales y las engañosas cifras estadísticas. Es común que el despilfarro mediático nos haga perder de vista las cosas verdaderamente importantes para el país.

México se encuentra en un punto decisivo para la definición de su lugar en la aldea global. Debemos recordar que el mundo que vivimos exige a los países una optimización de todos sus recursos y una absoluta capacidad y honestidad en sus organizaciones gubernamentales, para que éstas a su vez, permitan el desarrollo de la industria, la educación, el campo y los servicios de salud, que hacen a cualquier país fuerte y con la aptitud de integrarse exitosamente a la competencia internacional, volverse un mercado digno de inversión y no sólo eso, también convertirse en un conquistador de mercados. En resumen, evolucionar en un país altamente competitivo.

Sin duda alguna, éste será un sexenio decisivo, el sexenio dónde podemos integrarnos de lleno a los mercados globales o nos quedamos rezagados y estancados, para seguir siendo un país de tercer mundo o, como se suele de decir en el mundo del discurso político a manera de eufemismo, “un país en vías de desarrollo«, un país que lleva escuchando y reescuchando esta frase desde la época de la revolución, para darnos cuenta de que “en las vías, hay un tren que no tiene ruedas».

El crecimiento económico de México no logra rebasar el 3.5 {9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd} anual. Ni hablar de competir exitosamente en el mercado internacional, China crece a razón de más del 9{9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd} anual, estas cifras nos muestran que nuestros pasos titubeantes, frágiles y lentos no son suficientes para alcanzar a aquellos países que corren a paso firme, veloz y ágilmente.

Al echar un vistazo a la economía mundial, podemos observar fenómenos interesantes que debemos de tomar como referencias obligadas, el caso de países como Chile, único país latinoamericano que muestra importantes índices de crecimiento económico, diferenciándose de los demás países latinoamericanos que en su gran mayoría muestran estancamientos o crecimientos tímidos y sin impulso. También podemos citar a países orientales como Japón y Corea del Norte que sufrieron importantes conflictos bélicos y que en menos de 30 años lograron ser potencias económicas a nivel global. Los ejemplos más recientes: India y la multicitada China, esta última que muy posiblemente será la próxima gran potencia mundial, cotidianamente satura los mercados internacionales gracias a sus políticas internas y estrategias de mercado, que si bien no son del todo “practicas económicas leales», han funcionado a la perfección.

Estos países, que abriéndose a las inversiones extranjeras, modificando las políticas fiscales y arancelarias, invirtiendo en el campo y en una educación de primer nivel, sin escatimar un centavo, han logrado un significativo desarrollo industrial.

Con motivo del presupuesto para el año entrante, durante una sesión de más de 14 horas, con recesos en la madrugada y mañana del sábado pasado, la Cámara de Diputados a nivel federal terminó su periodo con la aprobación del Presupuesto de Egresos de la Federación para 2007, con un monto total de 2 billones 260 mil 412 millones 500 mil pesos.

Durante la presentación del dictamen, los partidos de oposición reprocharon en tribuna que la iniciativa del presidente Felipe Calderón buscaba perjudicar los rubros sociales prioritarios: desarrollo social, educación y el campo.

Es comprensible que, después de una larga fila de abusos y saqueos sexenales que ostenta la historia de nuestro país por parte de sus gobernantes, Calderón ahora adopte una gestión con un bajo perfil en gastos, como ellos lo llaman “una política de austeridad», ¿pero hasta dónde es permisible escatimar gastos en los rubros como la educación, la cultura, el campo y la salud?, campos en los que quiero enfocar la mayor atención.

La mayor pérdida fue registrada en Educación Pública, a la que se le disminuyeron 3 mil 650 millones de pesos, para contar con 151 mil 963 millones de pesos.

Al rubro de Salud se le recortaron mil 876 millones de pesos para cerrar en 55 mil 583 millones.

También tomaron mil 467 millones de pesos de Desarrollo Social, con lo cual en 2007 contará con 34 mil 908 millones de pesos.

Calderón se promocionó en su época de candidatura como el presidente del empleo. Desde mi manera de ver las cosas, una ciudadanía con una educación precaria tiene menos posibilidades de tener un desarrollo laboral exitoso, y por lo tanto, un nivel de vida más bajo que el de una ciudadanía con una educación de calidad. Por eso es sumamente cuestionable la severa reducción de gasto en educación.

No debemos olvidar también que la educación es la única forma de hacer que un país produzca su propia tecnología, el desarrollo de nuevos descubrimientos e inventos tecnológicos permite a un país fortalecer su economía, no sólo por evitar un cara importación sino también porque se convierte también en un exportador de tecnología, permitiendo un mayor ingreso a la economía nacional. El castigo a las áreas educativas lesiona gravemente el desarrollo satisfactorio de cualquier país, recordemos los ejemplos de países que se han basado su desarrollo en la producción de tecnología, Japón, Suecia y Finlandia que han forjado sus economías con el desarrollo de sus innovaciones tecnológicas y su posterior exportación. Pero este desarrollo obedece a un sistema educativo de la más alta calidad y sin escatimar gasto alguno.

Al parecer nuestros gobernantes sólo ven en la educación un gasto y no una inversión fundamental que dará frutos a futuro.

Es importante destacar también el recorte en salud, una parte sumamente importante del desarrollo nacional. Una sociedad sana es capaz de desenvolverse mejor en todos los aspectos, y esta salud es garantizada sólo por un sistema eficiente. El recorte hace dudar de la capacidad que tendrá este sistema, que de por sí ha sido insuficiente para el país desde hace varios años.

Por último tenemos el castigo al campo. Debemos estar concientes de casos curiosos pero lamentables al interior del país, por ejemplo, México, el país del chile, importa gran parte de su consumo nacional de este producto de China y en un caso parecido, el país del maíz, también importa una parte importante de su consumo de E. U. Pequeños ejemplos que nos muestran lo frágil y dependiente de nuestra economía con respecto a nuestro vecino del norte, al que por cierto tenemos destinados el 90{9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd} de nuestras exportaciones. En este par de casos, podemos observar un tremendo rezago en el campo, un área por demás castigada cada año en los presupuestos asignados, ya es una costumbre sexenal abandonar al campo desperdiciando los enormes recursos que se poseen, por ejemplo en estados tan prolíficos como Veracruz y Chiapas cuyas tierras son fértiles y nunca han sido aprovechadas como se debe.

El recorte al gasto destinado para el campo nos hace dudar si éste podrá desarrollarse satisfactoriamente, ahora con un recorte presupuestal encima si no lo ha podido hacer jamás.

Con toda esta ola de recortes, debemos hacer reflexiones básicas, ¿es justificable sacrificar rubros tan importantes como la educación, el campo, la salud y el desarrollo social para el ahorro en el gasto público?, hay que estar concientes de que estos ámbitos son básicos para el crecimiento nacional y no son un gasto que esté sujeto a negociación, debe existir un compromiso con estas áreas y al parecer el futuro que se ha trazado desde este primer año de la administración de Calderón no es muy alentador.

Ya aprobado el presupuesto, ahora queda procurar una estricta vigilancia de cómo se gastan estos recursos, evitar los despilfarros, prescindir por ejemplo de los fastuosos eventos sociales que suelen acompañar a las dependencias gubernamentales que sólo sirven para la foto oficial y la presencia en medios, dinero que se debería invertir en programas, en materiales o en cualquier elemento necesario para cada rubro. Como ciudadanos, debemos exigir modelos económicos y sociales viables, propuestas acordes con las exigencias de la actualidad y no sólo eso, si no monitorear minuciosamente el avance del país, al presidente en turno y asegurarnos de que sea capaz de llevar a este país a explotar su verdadero potencial.

Estamos ante un mundo que no perdona titubeos ni errores. Ahora el progreso de la economía mexicana no es sólo una opción, es una ineludible obligación si queremos tener un futuro digno como país, es tiempo de crecer, pero ante este nuevo presupuesto, nuevamente nos queda sólo incertidumbre.

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