El asesinato de Froilán Jiménez y Manuel Bracho
Por Bonfilio Salazar / Desde Abajo
De aquellos sucesos que conformaron la vida política de Hidalgo, y donde no hubo ningún respeto por los Derechos Humanos, la Memoria Histórica de “Desde Abajo» da cuenta de ello. Aqui un caso que a más de 90 años «No se ha logrado descubrir la trama que indudablemente debe haber servido para el asesinato de estos dos ciudadanos ejemplares, en aquellos días turbulentos y sombríos para nuestra patria»
Cuando… “entra mengano y sale fulano», carrancistas, villistas, zapatistas, convencionistas, etc llegaban a Hidalgo, entró el coronel Almaquio Tovar, pero a sabiendas de una provisionalidad en su cargo, pues esperaba al designado por la Convención de Aguascalientes para gobernador de Hidalgo, el Gral. Daniel Cerecedo Estrada, quien llega a Pachuca para tomar posesión el día 5 de diciembre de 1914, inmediatamente convocó a elecciones municipales en todo el Estado, pero a celebrarse al día: 27. Resultaba poco concebible semejante premura para el concurso ciudadano, en una elección de personas a quienes se les debían encomendar cargos de responsabilidad pública.
El General Saulo Navarro, jefe de las fuerzas convencionistas, llegó durante la madrugada del 26 de diciembre a posesionarse del Cuartel General, aun antes de presentarse ante el gobernador ya electo Cerecedo Estrada; y después, ya en la noche citó a los funcionarios en nombre del propio Gobernador, los condujo a la Hacienda de Beneficio de la mina La Purísima y en los “macheros» los mataron.
Del encabezado del periódico “El Observador» de Pachuca y “Tempo de Pachuca», N° 14 VIII/86, leemos:
EL ALCALDE FROILAN JIMÉNEZ Y MIGUEL BRACHO, SON FELONAMENTE ASESINADOS.- Villistas al Mando de Saúl Navarro Siembran Terror en Nuestra Ciudad
Y la nota periodística cita:
“Pachuca, Hgo., 27 de diciembre de 1914.-En la madrugada de ayer fueron cobardemente asesinados por el general villista Saulo Navarro, Don Froilán Jiménez, presidente municipal de Pachuca y el Oficial Mayor de la Secretaría General, Don Miguel Bracho.
Dos hombres que por sus virtudes ciudadanas ampliamente reconocidas por su honradez y patriotismo, eran respetados y queridos por el pueblo, fueron sacados de sus hogares con el pretexto de que el Gobernador los llamaba urgentemente a las altas horas de la noche, por esbirros disfrazados del cobarde asesino Saulo Navarro y conducidos a un corral que estaba situado cerca de la Hacienda dé Loreto y allí se les sacrificó sin darles tiempo ni a escribir un adiós a sus seres queridos…»
…fueron conducidos a su última morada, los restos de Don Froilán Jiménez y de Don Miguel Bracho; uno en la mañana y otra en la tarde.
El comercio cerró sus puertas en señal de duelo general y gran número de operarios entre los cuales gozaba de enormes simpatías el Señor Jiménez asistieron al entierro que igual que el Señor Bracho fueron muy concurridos.
Las cajas con los restos mortuorios fueron llevadas en hombros desde las casas de los desaparecidos hasta el Panteón Municipal.
El General Saulo Navarro, Jefe de la Brigada “Villa» hizo saber ayer cual será la conducta de las tropas que manda respecto a las personas contrarias a los fines de los convencionalistas y trata de justificar los asesinatos de Jiménez y Bracho.