. Los estudios de impacto ambiental y los planes de desarrollo urbano han quedado rebasados con la decisión de instalar la refinería en Tula. Lo mismo vale para los estudios del colector de aguas del DF, la planta de tratamiento de las mismas, la ciudad en Atotonilco de Tula, el Arco Norte, el llamado Puerto Seco, el Campo de Golf de Tepeji del Río, y el desarrollo inmobiliario de Altos Vuelos que se pretende construir en el mismo municipio de Tepeji. Se requiere de un nuevo estudio de impacto ambiental para cada uno de estos proyectos, un estudio ecológico y un plan de desarrollo urbano regional.
Posicionamiento del Partido de la Revolución Democrática en el estado de Hidalgo respecto a la instalación de la Refinería en Tula.
El siguiente pronunciamiento fue votado en la reunión del secretariado estatal del 21 de abril de 2009 y se envía a los comités municipales y dirigentes para su discusión.
1. La crisis, que en el país se inició en 1982, y se profundiza este último año, ha generado una gran necesidad de empleo en el estado y en la región de Tula, por eso, el proyecto de la refinería aliviaría esta necesidad, y el PRD no puede oponerse a un proyecto necesario para el país, y que él mismo ha impulsado más que ningún otro partido.
2. Es necesario que la inversión se realice, pero que esta sea sustentable.
3. El fortalecimiento de la infraestructura petrolera ha sido una demanda del PRD a nivel nacional, por lo cual hoy se comienza a concretar el proyecto de la Refinería con fondos públicos, cuando se manifestaba que ésta no era necesaria ni existía el financiamiento para llevarla a cabo.
4. Desde hace casi 30 años la demanda ha ido creciendo pero la oferta de PEMEX ha permanecido invariante por la falta de inversión. Con las reservas que se utilizaron para defender el peso se hubieran podido construir dos refinerías al precio que hoy se pretende construir la de Tula.
5. Que esta construcción es necesaria pero todavía se queda lejos del nivel de inversión deseable en el sector (el PRD propuso la construcción de 4 en un sexenio).
6. Que la compra-venta de terrenos, así como las licitaciones correspondientes, se tienen que hacer con apego a la Ley, de forma transparente y buscando activamente se contrate mano de obra local y, cuando exista la capacidad técnica, empresas del estado de Hidalgo.
7. El desarrollo sólo ha beneficiado a contratistas, sindicato y empresarios (sobre todo los foráneos). Actualmente casi no se contrata mano de obra local (ni el 5 por ciento de los trabajadores de planta de PEMEX es de la región). Existen comunidades que donaron prácticamente sus terrenos para la construcción de la primera refinería y hoy ningún miembro de estas comunidades trabaja en PEMEX.
8. La región cuenta con mano de obra capacitada para la construcción de la refinería, como trabajadores de la construcción y soldadores, pero que también cuenta con una gran cantidad de profesionistas que en un tiempo corto pueden capacitarse para ocupar los trabajos permanentes. El PRD propone que por lo menos el 50 por ciento de los trabajos permanentes se destinen a hidalguenses y habitantes de la región.
9. PEMEX y el sindicato petrolero, que detenta el contrato colectivo de trabajo, deben de comprometerse públicamente a crear un mecanismo transparente de contratación que de cumplimiento a lo expresado en el punto anterior.
10. El último criterio para decidir la instalación del proyecto fue el ecológico. Tula es una zona de desastre social y ecológico, por lo que junto con la inversión en la construcción de la planta es importante invertir en su rescate ecológico de la región, respetar las leyes en la materia y discutir el estudio de impacto ambiental.
11. Los estudios de impacto ambiental y los planes de desarrollo urbano han quedado rebasados con la decisión de instalar la refinería en Tula. Lo mismo vale para los estudios del colector de aguas del DF, la planta de tratamiento de las mismas, la ciudad en Atotonilco de Tula, el Arco Norte, el llamado Puerto Seco, el Campo de Golf de Tepeji del Río, y el desarrollo inmobiliario de Altos Vuelos que se pretende construir en el mismo municipio de Tepeji. Se requiere de un nuevo estudio de impacto ambiental para cada uno de estos proyectos, un estudio ecológico y un plan de desarrollo urbano regional.
12. Los servicios en la región Tula no obedecen a una planeación adecuada y se encuentran rebasados. El problema de la dotación del agua en calidad y cantidad suficientes para todos los municipios de la región es hoy, uno de los problemas más sentidos, que ha llegado a enfrentar a los pobladores y que demuestra una falta de capacidad en la gestión del líquido.
13. La región requiere un estudio urbano de gran envergadura, y una inversión que le acompañe, ordene y promueva un crecimiento equilibrado que haga habitable la región durante la construcción de la refinería y su operación.
14. La construcción de las ciudades bicentenario en Huehuetoca y en Atotonilco de Tula son actos autoritarios, por lo que hoy es más urgente que nunca que la planeación urbana se lleve a cabo a través del consenso con la población de manera democrática y no se termine con una megaciudad contaminada, sin empleos suficientes y gris.
15. Los estudios y la inversión urbana en la zona también son obligación del gobierno federal. Estas responsabilidades son en gran medida federales, dondequiera que se realice una inversión de este tamaño y naturaleza. Por lo que el gasto en la compra de los terrenos de la refinería debería de ser erogado por él, ya que el estado de Hidalgo debe de compensar social, ecológica y urbanísticamente los efectos de estas inversiones con un menor presupuesto. En todo caso, si el estado realiza esta inversión, el gobierno federal deberá de acompañar otras que ayuden a mejorar la forma de vida en la región y no la deterioren más.