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jueves, abril 18, 2024

Manifiesto por el Derecho a Decidir y la Defensa del Estado Laico

. ¡Decidir no es un delito, decidir es un Derecho!

Hoy nos encontramos en este lugar, el Hemiciclo a Juárez; un espacio que sintetiza la aspiración de la sociedad mexicana por una república democrática y laica.

Estamos aquí mujeres y hombres libres, miembros de la academia, feministas, integrantes de organizaciones sociales y sindicales, activistas sociales y políticos, líderes de opinión, ciudadanos y ciudadanas. Todas y todos compartimos la defensa y promoción del Estado Laico, de los derechos sexuales y reproductivos y la demanda de aborto legal en todo el país.

Estamos aquí porque entendemos que la interrupción del embarazo es la decisión correcta en ciertas ocasiones, en ciertos lugares, para ciertas mujeres. Mujeres que han sido violadas o coercionadas o presionadas. Mujeres cuyo feto padece un problema congénito o cuya supervivencia misma está en juego. Y sí, mujeres que no pueden o no quieren ser madres por circunstancias económicas o sociales o personales. Todas las que forman parte de las estadísticas desconsoladoras de la Secretaría de Salud.

En México, entre el 2002 y el 2006, el 80 por ciento de las mujeres embarazadas no quería estarlo. En México, el 36.2{9e1ff1bee482479b0e6a5b7d2dbfa2de64375fcf440968ef30dd3faadb220ffd} de los embarazos no deseados se presenta en mujeres menores de 20 años. En México, complicaciones por el aborto inseguro son la quinta causa de muerte materna. América Latina y el Caribe tienen entre las leyes más restrictivas del mundo, y sin embargo ocurren aproximadamente 4.1 millones de abortos en la region, casi todos ellos inseguros.

Y por ello tantas mujeres acaban arremolinadas bajo una sábana en un lugar inhóspito, probablemente insalubre, seguramente clandestino. Muertas de miedo, muertas de frío, muertas de descuido. Clasificadas como delincuentes y condenadas como pecadoras. Acusadas de “mata-niños” o criticadas por negarse a tenerlos. Víctimas de una sociedad que prefiere cerrar los ojos, empuñar los crucifijos, regodearse en la doble moral. Víctimas de los juicios implacables, los corazones calcificados, el catolicismo que fustiga antes de perdonar. Víctimas de aquellos que muestran videos de fetos desmembrados, olvidándose del dolor extraordinario que padecen los niños no deseados.

Estamos conscientes de que un aborto no es una decisión que se toma a la ligera ni de manera casual, y que su despenalización en el Distrito Federal no ha producido hordas de mujeres entusiastas, paradas en una cola para obtenerlo. Nos preocupa la forma estridente e intolerante en la cual miembros de la iglesia católica se han pronunciado sobre el tema. Nos preocupa la regresión que comienza a darse en los estados que han incorporado “el derecho a la vida” a sus constituciones locales.

POR ELLO, AQUÍ MANIFESTAMOS:

1) Nuestro rechazo a las reformas legales que se han aprobado en 16 estados del país, que condenan a las mujeres a la clandestinidad, a la persecución y a muerte. Estas reformas restringen nuestro derecho a decidir y suponen un tutelaje intolerable sobre nuestra maternidad, sobre nuestros cuerpos y sobre nuestras vidas.

2) Nuestro repudio a la injerencia de la Jerarquía Católica en las políticas públicas y en la legislación. En consecuencia, exigimos al Secretario de Gobernación Federal que promueva sanciones de acuerdo a la ley y en apego al Estado Laico.

3) Nuestra indignación por la criminalización del aborto, en algunos estados incluso en casos de violación, y por la intolerable persecución a mujeres que han optado por la interrupción de un embarazo no deseado.

4) En México no habrá una democracia plena mientras las mujeres continúen muriendo por abortos inseguros y sean objeto de condenas y castigos. Sabemos que el aborto inseguro y clandestino es causa principal de muerte y morbilidad maternas. Para el año 2006 se estimaba que se llevaron a cabo 874,747 abortos inducidos” en México, es decir que cada año un número aún mayor de mujeres tienen embarazos no planeados[1]. La mayoría de éstos son abortos realizados en la clandestinidad, en condiciones insalubres, mediante procedimientos rudimentarios, muchos de los cuales afectan la salud de las mujeres y hasta las llevan a la muerte. El aborto es un problema de salud pública y también un grave problema de justicia social. Las mujeres más pobres son las que menos acceso tienen a métodos anticonceptivos seguros. Son ellas quienes menos oportunidades tienen de salvar su vida a consecuencia de un aborto inseguro.

5)El acceso al aborto legal, seguro y gratuito es una demanda de justicia social, de salud pública, y una demanda por el respeto de los derechos humanos

6) Exigimos que todos los actores sociales y el Estado respeten nuestra autonomía sexual y reproductiva. Exigimos se nos brinde a todas y todos, la información y los medios para ejercerla sin riesgos. Esto debe abarcar el acceso universal a métodos anticonceptivos modernos y seguros, incluyendo la anticoncepción de emergencia. Debe incluir una educación sexual y laica, basada en conocimientos científicos y xenta de prejuicios religiosos. Debe incluir el acceso a abortos seguros, legales y con una atención de alta calidad. Debe abarcar la construcción de condiciones sociales y estructurales adecuadas para vivir una maternidad voluntaria, protegida y gozosa, cuando optamos por ella.

7) Exigimos que la Suprema Corte de Justicia de la Nación resuelva las acciones y controversias presentadas sobre este asunto – en estricto apego a la Constitución General de los Estados Unidos Mexicanos – para que de una vez por todas se reconozca nuestro derecho a decidir.

Sólo así podremos cambiar los términos de un debate donde la religión intenta imponerse sobre la democracia; donde las obligaciones morales son usadas para posponer las garantías liberales; donde la oposición al derecho de una mujer a decidir sobre su propio cuerpo, oculta la oposición al derecho de una mujer a decidir sobre su propia vida. Porque los opositores a la despenalización del aborto tienen una agenda oculta. Son personas que demuestran – con sus palabras y sus acciones – cuan molestos están con las mujeres pensantes. Las mujeres demandantes. Las mujeres conscientes. Las que dicen “no” y preguntan “por qué”. Las que leen la Biblia y Aura al mismo tiempo. . Las que si si obtuvieran la capacidad para controlar su fertilidad, serían más capaces de controlar su futuro. Esas mujeres ante las cuales los clérigos y las legislaturas locales tuercen la palabra de Dios, para usarla como instrumento contra la equidad de género.

Por eso estamos y estaremos aquí, reivindicando y defendiendo el derecho a decidir en el marco de un estado laico. Por eso estamos y estaremos aquí, señalando la deshonestidad de los argumentos contra la despenalización, condenando la insensibilidad de quienes juzgan a las embarazadas sin haber estado jamás en su lugar. Porque no importa cuanto se obstaculice o se pontifique, las mujeres de México seguirán buscando una manera de acabar con un embarazo no deseado. Lo han hecho y lo seguirán haciendo: con agujas de tejer o con doctores en clínicas clandestinas, como tantas mujeres de ojos tristes. Hasta el día que obtengan el derecho a decidir no sólo en el Distrito Federal sino en todo el país. Hasta que México sea una verdadera República donde los hombres tengan sus derechos y nada más; y las mujeres tengan sus derechos y nada menos.

ACADEMIA MEXICANA DE DERECHOS HUMANOS
AQUESEX
CATÓLICAS POR EL DERECHO A DECIDIR
COLECTIVA CIUDAD Y GÉNERO
CONSORCIO PARA EL DIÁLOGO PARLAMENTARIO Y LA EQUIDAD
EQUIDAD DE GÉNERO, CIUDADANÍA, TRABAJO Y FAMILIA
GRUPO DE INFORMACIÓN EN REPRODUCCIÓN ELEGIDA – GIRE
IPAS MÉXICO
PROGRAMA UNIVERSITARIO DE ESTUDIOS DE GÉNERO – UNAM
PROGRAMA DE SALUD SEXUAL Y REPRODUCTIVA – CIDE
SALUD INTEGRAL PARA LA MUJER

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