por Tania Meza Escorza / Desde Abajo
Recomendarvotar ahoraNo hay duda: Osorio es el principal promotor de que Xóchitl Gálvez sea la siguiente titular del poder ejecutivo del estado de Hidalgo. Tenía todo para darle el cerrón final que hasta ahora no había logrado, pero en vez de eso le cedió amablemente el paso al cuarto piso del palacio de gobierno.
Por primera vez en su historia, el partido tricolor tenía varios precandidatos de excelente nivel, pero eligió al más débil, al de menor trayectoria, el de menos estudios y menor apertura.
Aunque oficialmente no ha sido nombrado, todo parece indicar que finalmente el gobernador impuso a su amigo, para seguir con la máxima de este sexenio: mis cuates al poder.
Antes de designar a su amigo del alma, parecía que Osorio no deseaba ver a Xóchitl gobernando, porque los antiguos enemigos con quienes la alianza opositora pudiera tender redes, de pronto tuvieron cabida bajo el manto tricolor. Además, mágicamente, el senador adversario tuvo amplia presencia en todos los medios locales, cuando antes ello estaba prohibido.
La estrategia gubernamental de compra de líneas editoriales en medios estatales ha demostrado su fracaso. A la mayoría de los espacios informativos hidalguenses se les condiciona la adquisición de publicidad institucional a cambio de que todos los días sus titulares contengan cien por ciento halagos y cero por ciento críticas al gobierno.
Mala, muy mala táctica, porque además de la frustración profesional de decenas de reporteros y reporteras a quienes sus jefes les impiden publicar la verdad, esta lamentable distribución de dinero ha hecho que el pueblo hidalguense no crea en la mayoría de los medios locales y, en cambio, sea excelente consumidor de medios nacionales en los que Xóchitl es siempre bienvenida y nadie tiene la menor idea de quién es el amigo de Osorio.
Mediáticamente hablando, Xóchitl se está llevando la campaña al D.F. Los medios estatales le están vedados casi en su totalidad, pero su enorme carisma desborda a nivel nacional en los principales espacios impresos, electrónicos y de nuevas tecnologías.
Hoy, cuando Xóchitl es la indiscutible reina de Twitter y Face Book en Hidalgo, muchos políticos no saben si quiera cómo adjuntar archivos en un correo electrónico. El posmodernismo contra el precámbrico.
Una triste demostración de todo lo anterior tuvo lugar ayer en el noticiario matutino de la televisión pública local. Xóchitl hablando sola, sin interlocución, para luego cerrarle groseramente el micrófono bajo el ilegal argumento de “Es MI programa y YO invito a quien YO quiera”, como si no se tratara de un medio público. Esta lamentable falta de profesionalización del gremio periodístico también es una ventaja para un estilo de gobierno de las cavernas. Mientras la radio y la televisión estatales sigan en manos de quien no tiene estudios, ni experiencia, episodios ilegales y bochornosos como éste seguirán ocurriendo y seguirán haciendo que el gobierno de Hidalgo sea el blanco de toda clase de chistes en las redes sociales.
El futuro los alcanzó. Podían comprar a la mayoría de la prensa local y no pasaba nada, hasta que pasó. Podían designar al que fuera y los demás precandidatos no levantarían la voz, hasta que la levantaron. Podían postular al menos talentoso de todos y seguían ganando las elecciones, hasta que…
Todavía las fuerzas que mueven al priísmo local pueden hacer entrar en razón a Osorio, para que no le entregue la gubernatura en bandeja de plata a Xóchitl. Aún queda la esperanza de recapacitar y otorgar la candidatura de José Antonio Rojo, quien sin duda tiene muchos más elementos para alcanzar la victoria, pero no parece que oficialmente vaya a haber cambio de gallo.
Lo que se mira es que en el cuarto piso no se han dado cuenta de que los tiempos cambian, y de que la época del hombre todo poderoso que cada sexenio hacía y deshacía sin conceder nada, es asunto pasado. Si bien el amigo de Osorio tiene el apoyo de su cuate, y toda la maquinaria estatal está echada a andar en su favor, también cuenta con una base militante sí trabajando por él, pero a disgusto por esta designación. Además, la mapachería estatal se pondrá a prueba ante la mapachería federal.
Sólo hay tres cosas que pueden explicar la actitud de Osorio: La soberbia de sentirse el último gran patriarca, la ceguera ante los tiempos que cambian (si no lo veo, no está sucediendo) o que, definitivamente, es el fan número uno de Xóchitl y desea facilitarle el triunfo.
¡Pobre amigo de Osorio!, esta campaña le será más difícil que a ninguno otro priísta que le haya antecedido y puede pasar a la historia local como el primer tricolor que perdió la gubernatura.
Él, con el único mérito de ser cuate de su cuate y Xóchitl nombrada una de las cien líderes mundiales del futuro en Davos, por méritos propios. Él, que nunca ha salido de Pachuca y Xóchitl reconocida internacionalmente por su elevado altruismo hacia los más desposeídos, a partir de su connotado desarrollo empresarial. Él, tan gris y Xóchitl tan colorida.
taniamezcor@hotmail.com
Los comentarios están cerrados.