por Pablo Vargas González / Desde Abajo
Con los resultados de las elecciones locales de 2008 de diputados locales y ayuntamientos en Hidalgo, se interrumpe una tendencia de caída del voto y de derrotas en alcaldías por parte del PRI, periodo que va de 1999 a 2008, y que tiene su punto crucial en las elecciones federales de 2006, en que su votación cayó hasta el tercer sitio en la elección presidencial. La recomposición de esta tendencia puede ser determinante en las próximas elecciones de gobernador y de congreso local del 4 de julio.
La geografía electoral tiene por objetivo comprender las articulaciones territoriales de los ámbitos económico y sociopolítico, en el que la participación de la población y sus expresiones traducidas en votos, es decisiva en la explicación de las transformaciones sociales.
En particular la geopolítica en una región, distrito o entidad federativa, permite conocer las estrategias de fuerzas, grupos y actores que luchan por el control y la defensa de territorios y espacios vitales, así como también el surgimiento de actores sociales, de alianzas y agrupamientos de intereses, los sistemas de representación político electoral, las interrelaciones múltiples entre los componentes de la sociedad regional, sus mecanismos de permanencia y de cambio, de crisis y de continuidad
Las condiciones sociales en los18 distritos locales electorales en que se disputa el voto no son homogéneas. La política hidalguense contemporánea ha pasado por grandes etapas, y se observa que los cambios han sido más lentos a causa de que, en esta entidad, el sistema de dominación se ha ejercido a través de mecanismos tradicionales que reflejaron y aún reflejan los rezagos de la estructura socioeconómica.
Las organizaciones Alianza Cívica y el Consejo Ciudadano de Elecciones Limpias y con Equidad, integrado el 5 de mayo por personalidades e intelectuales, estimaron que Hidalgo se encuentra entre las entidades que son “focos rojos” en los comicios de este año debido la inestabilidad y vulnerabilidad de sus instituciones, conflictos sociales y la pobreza.
Reconocieron que la violencia, el uso indebido de recursos públicos y la falta de autonomía en los órganos electorales locales, son aspectos que aún caracterizan a los actuales procesos, sobre todo en los estados de Oaxaca, Puebla, Veracruz e Hidalgo, donde se ven señales de retroceso muy alarmantes. Para las dos organizaciones el clima de estos cuatro estados presenta rezagos graves que pueden repercutir en comicios violentos o con una marcada compra del voto y muchas otras acciones ilegales.
A ello se agrega que en Hidalgo: “existen más de mil 200 conflictos agrarios, de los cuales la tercera parte es decir más de 400, están ubicados en el Valle del Mezquital”, según informó en marzo el titular de la Procuraduría Agraria, Luis Enrique Baños Gómez; quién dijo que el estado, en especial el Valle del Mezquital, es una zona compleja por la presencia de comunidades agrarias que reciben protección jurídica especial de la ley agraria.
El control municipal es una fuerte base de apoyo a los partidos políticos en esta elección. Según los resultados de 2008, aunque la coalición “Unidos contigo” tiene ventajas en el territorio porque cuenta con un mayor número de alcaldías en su poder: 50 del PRI, 6 del PVEM, y 3 del PANAL; la alianza “Hidalgo nos une” cuenta con un voto competitivo en los 84 municipios y tiene 25 ayuntamientos: 14 del PRD, 9 del PAN, uno del PT y otro más de convergencia.
La disputa por el voto a través de alianzas políticas que integran el conjunto de partidos, han polarizado el espectro hidalguense, por primera ocasión estamos frente a un escenario donde la competitividad será cerrada. En ello influye el dominio territorial de los partidos pero también su influencia. El PRD y el PAN constituyen la segunda y tercera fuerza electoral en Hidalgo. Y finalmente tanto Xochitl Gálvez como Francisco Olvera alientan a corrientes electorales diversas. De ahí que sea primordial la limpieza del voto y el juego limpio.
