México y Cuba están unidos por Benito Juárez y José Martí, apóstoles americanos. Pero fue el Gral. Lázaro Cárdenas del Río, quien profundizó su hermanamiento al apoyar en todo momento a la Revolución Cubana, desde la gesta del Movimiento 26 de Julio hasta los primeros pasos tras su victoria. Cárdenas fue amigo y camarada de Fidel. Por el abogó cuando el Comandante y los futuros expedicionarios del Granma cayeran presos en cárceles mexicanas en 1956 y en 1961, no vaciló en alistarse para defender a la isla contra la invasión de Bahía Cochinos. “La Revolución Cubana ha despertado un hondo sentimiento de solidaridad en todo el continente, porque la causa de la Revolución es indivisible y es la causa de todos nuestros pueblos tan afectados por la opresión económica”, pronunció el General en julio de 1959 en la entonces Plaza Cívica de La Habana, justo a la vuelta de Castro Ruz al primer ministerio de Cuba. A 51 años, México y Cuba siguen caminando juntos en su pueblo y en su lucha. Lo que ayer Cárdenas hizo por Fidel, hoy Fidel lo hace con la herencia revolucionaria mexicana con Andrés Manuel López Obrador como protagonista.