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viernes, marzo 29, 2024

Estados Unidos tiene a Ozzie Guillén al borde del colapso

El exitoso manager venezolano de béisbol Oswaldo “Ozzie” Guillén, más tardó en declarar a la revista TIME que amaba y respetaba a Fidel Castro que el aparato de represión mediática y política de los Estados Unidos en orillarlo a pedir “de rodillas” perdón por dichas declaraciones. Y no es para menos, Guillén se embasó en las filas de los Marlines de Miami, ciudad meca de la mafia anticubana y fue ahí donde este martes se declaró arrepentido, suspendido cinco juegos sin goce de salario, aunque es muy probable que el ex pelotero pierda a la brevedad su trabajo por completo.

Ojalá que no; pero es difícil que Guillén vuelva a llenar los ojos de algún otro equipo de la Liga Mayor de Beisbol debido a este escándalo. Pero no trato de hablar de beisbol aquí, sino de exponer la ruda y aparatosa maquinaria que se echó a andar en contra del famoso Ozzie para doblegarlo y sacarle hasta las lágrimas en una conferencia de prensa donde los dueños de los Marlins y los medios le exhibieron y humillaron.

Es muy probable que el arrepentimiento de Guillén no sea sincero; es muy probable también que sí lo sea, más no por una postura política o porque –como declaró este martes-, se sintiera “muy triste” al haber escuchado los cuentos de esos cubanos “reprimidos” por Fidel. Acaso, porque el aún manager de los Marlins corre el riesgo real de ser expulsado de los Estados Unidos, la mentada “tierra de las libertades”, por lo dicho a TIME. Padre de familia al fin, este ser humano está al borde de perderlo todo con peor trato que aquellos beisbolistas que han sido descubiertos por dopaje. El trato para Guillén será de “terrorista” y es de eso de lo que quiere librarse.

Y que quede muy claro que dicha posición no ha sido responsabilidad de Fidel. Quien amenaza, doblega y tiene al borde del colapso a Ozzie Guillén es el aparato represor estadounidense. Medios, Gobierno, Estatus Quo, mafia, dinero. Más, sobre todo, la terrible posibilidad de perder hasta la vida, simbólica o absoluta.

Esos son los Estados Unidos. Así operan. ¿De quién es la dictadura? Pobre Guillén, que ahora no sólo perdió capital entre los fanáticos de Miami, también lo ha perdido entre el pueblo latinoamericano a quien el manager dijo “ofender” con sus odas a Fidel, pero que, al arrepentirse, ha quedado en la peor de las escalas humanas: sin dignidad.

@albertobuitre

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