por Alberto Buitre
Enrique Peña Nieto presentó su decálogo llamado “Por una Presidencia democrática”, en donde expone sus compromisos éticos y políticos en caso de ocupar la titularidad del Ejecutivo. Sin embargo, lo propuesto por el priísta no es otra cosa sino lo que ya está expresado y garantizado por la Constitución Política de México. De hecho, casi todo ello se resume en el Artículo Primero sobre los Derechos Humanos y sus garantías, y algunos cuantos más. Revisemos:
1.- Respeto a la libertad de manifestación.
Para documentar que en campaña, los jóvenes reprimidos por priístas en Saltillo, Córdoba o Colima, sólo es fruto de la “efervescencia electoral”
Artículo 1ro: “Queda prohibida toda discriminación motivada por (…) las opiniones (…) o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.
También se menciona en el Artículo 6o. “La manifestación de las ideas no será objeto de ninguna inquisición judicial o administrativa, sino en el caso de que ataque a la moral, los derechos de tercero, provoque algún delito, o perturbe el orden público; el derecho de réplica será ejercido en los términos dispuestos por la ley. El derecho a la información será garantizado por el Estado”.
2.- Respeto a la libertad de expresión.
Lo mismo:
Artículo 1.- “Queda prohibida toda discriminación motivada por (…) las opiniones (…) o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas”.
Además de lo establecido en el Artículo 109 con relación a las responsabilidades de los servidores públicos: “No procede el juicio político por la mera expresión de ideas.”
3.- Una nueva relación con los medio.
El Artículo 134 con relación al manejo de la propaganda o comunicación social de los Poderes Públicos, se establece: “La propaganda, bajo cualquier modalidad de comunicación social, que difundan como tales, los poderes públicos, los órganos autónomos, las dependencias y entidades de la administración pública y cualquier otro ente de los tres órdenes de gobierno, deberá tener carácter institucional y fines informativos, educativos o de orientación social.”
Claro, a menos que por “nueva relación con los medios”, Peña Nieto se refiera a la preferencia por los monopolios mediáticos, la aceleración de las concesiones a empresarios y el súper gasto en materia de publicidad y convenios de colaboración (“chayote”) a periodistas y dueños de medios. Que, en todo caso, no sería una “nueva relación”, sino una reedición de lo que ya hizo en el Estado de México.
4.- Respeto a los derechos humanos (faltaba más).
Artículo 1o. “En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.”
Aunque, a juzgar por lo que hizo en Atenco o en el caso del profesor Agustín Estrada, más vale que lo aclare.
5.- Libertad religiosa.
La que por cierto, ha reformado en alianza con los diputados del PRI y el PAN, a petición de los obispos mexicanos, para abrir las puertas al término del Estado Laico.
Artículo 24. “Todo hombre es libre para profesar la creencia religiosa que más le agrade y para practicar las ceremonias, devociones o actos del culto respectivo, siempre que no constituyan un delito o falta penados por la ley.”
6.- No discriminación.
Una vez más, Artículo 1ro de la Constitución: “Queda prohibida toda discriminación motivada por origen étnico o nacional, el género, la edad, las discapacidades, la condición social, las condiciones de salud, la religión, las opiniones, las preferencias sexuales, el estado civil o cualquier otra que atente contra la dignidad humana y tenga por objeto anular o menoscabar los derechos y libertades de las personas.”
7.- División de poderes.
Aunque usted no lo crea, y además, fusilándose lo que Benito Juárez y los reformistas ya habían planteado en 1867, sin menospreciar los esfuerzos de Montesquieu y los revolucionarios franceses en el siglo XVII.
Artículo 49. El Supremo Poder de la Federación se divide para su ejercicio en Legislativo, Ejecutivo y Judicial.
8.- Elecciones libres.
Por si acaso hay algún despistado que crea que con el PRI no las hay, o se habrá visto lo contrario.
Artículo 116, sección IV. Las Constituciones y leyes de los Estados en materia electoral garantizarán que:
a) Las elecciones de los gobernadores, de los miembros de las legislaturas locales y de los integrantes de los ayuntamientos se realicen mediante sufragio universal, libre, secreto y directo
9.- Transparencia y rendición de cuentas.
Artículo 134. “Los recursos económicos de que dispongan la Federación, los estados, los municipios, el Distrito Federal y los órganos político-administrativos de sus demarcaciones territoriales, se administrarán con eficiencia, eficacia, economía, transparencia y honradez para satisfacer los objetivos a los que estén destinados.”
Además de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental que se guía por un Instituto que debe ser independiente.
10.- Federalismo.
¿Qué parte de México es una República federal compuesta por Federación, Estados, Distrito Federal y Municipios no entendió el candidato?
O por si se sospechaba que Peña Nieto quería pasar de un régimen federalista a uno monárquico.