No hay futuro para México en el PRI. El partido armado, quien paga con millones de dólares la vida de millones de personas. La cara confesa del sicario, enjabonada con las mentiras de la televisión.
No hay futuro para México en el PAN. El partido de la narcoguerra, del oscurantismo, de la hipocresía, del cuello blanco y del catolicismo criminal. Del fraude. De los mentirosos.
No lo hay en el PRD. El partido traicionado a puños de sangre, a los que luego pagó varios billetes para silenciar la memoria de quienes murieron por él. Se los pagó a sus propios asesinos; les pagó para que fueran su nuevo amo.
No hay futuro transexenal en el gobierno asistencialista de AMLO. Una cuerpo de esperanza que esconde en la espalda la piedra capitalista. O al frente. No hay diferencia.
¿Donde está el futuro de México?
No se le ve aún, pero ya se le escucha rugir.
Los comentarios están cerrados.