Beltrones, Peña, Fox, Videgaray, Robles, Salinas, Camachos, Chong, Karam, Calderón, etc…son un ejemplo más de Mexicanos, conquistados y chingados, sujetos débiles y desequilibrados psíquicamente que venden al país, que venden su dignidad, en tanto han introyectado para sí, la condición de violados vende patrias.
por José Antonio Lara Peinado
A los Mexicanos que están
caminando el camino de la
dignidad, la lucha y la justicia,
a los que han dicho ya basta
y han decidido romper con el
síndrome del conquistado y el chingado….
Se ha introyectado en muchos Mexicanos el estigma del conquistado, del chingado, esta introyección Psíquica que padecen muchos Mexicanos, les ha impedido crecer, decidir, romper la sumisión y levantar la voz ante lo que pasa.
El estigma aparece cotidianamente en el Mexicano que consume revistas chatarra de espectáculos y observa boquiabierto los cuerpos artificiales de las artistas del momento, el menosprecio de sí mismo aparece cuando confronta su cuerpo real, con el cuerpo imaginario de la revista. El estigma del chingado aparece cuando en las revistas del jet-set, observa a los ricos y poderosos en sus ostentosas casas y en sus grandes fiestas, para después ilusoriamente querer hacerse un vestido de novia como el que vio en la revista, o busca decorar su departamento, tal cual está decorada la mansión que aparece en la portada, aún a sabiendas que ni el vestido ni la decoración serán posibles, lo cual acrecienta al tiempo su menosprecio y su baja autoestima.
Por eso se emociona con un partido de Fútbol, fantasea que mediante un partido el Mexicano puede ganar, que si se puede, sin embargo la frustración aparece cuando la selección no gana o peor aún, cuando gana, el Mexicano grita, va al Ángel, se pone la verde, se emborracha y despierta al otro día con la cruda realidad de su trabajo, su carencia económica y emocional, mientras el equipo que según él le representa, disfruta de los millones de pesos derivados del alcohol y el consumismo del Mexicano que consumió desde cerveza hasta botanas para hacer más rico a los conquistadores de empresas extranjeras que ven en el Mexicano al sumiso sujeto capaz de ser manipulable con un partido, un Teletón, un talk show, cualquier cosa, la cuestión es que ese Mexicano suelte el dinero y duerma su conciencia.
Chingado y conquistado, al Mexicano se le vende todo, se le viola todo el tiempo, igual le meten a fuerza cursos de coaching y superación personal, que productos chatarra directos a su domicilio, o presidentes marca televisa, empresas Canadienses explotan sus minas y empresas Españolas controlan igual el gas que la seguridad en el Aeropuerto, Chingado y conquistado el mexicano no es dueño de nada, no puede entrar a las playas que los hoteles de lujo han privatizado para los conquistadores que vienen de vacaciones, los dueños originarios de las playas, o se van de su comunidad o permanecen explotados por los consorcios hoteleros, los niños Mexicanos se forman en escuelas públicas en donde los modelos Pseudo pedagógicos con los cuales los forman son de otros países que bien saben que desde la escuela se puede destruir identidad, las escuelas privadas peor aún, ahí de manera descarada se desprecia lo nacional y se prioriza lo extranjero, lo Disney.
Muchos Mexicanos juegan a romper su estigma de chingados y conquistados, se visten entonces con trajes Armani, compran su camioneta y se sienten de lado de los conquistadores, hablan de manera extraña, presumen ropa, zapatos, calzones de marca, hablan de los centros comerciales y de las peripecias de la Reyna Letizia, desprecian a los que según ellos, son Mexicanos que no quieren crecer, a los indígenas, obreros, electricistas, indigentes, negros, morenos, campesinos que les demuestran lo que verdaderamente son, estos Mexicanos juegan a ser conquistadores, pero no se dan cuenta que están peor de conquistados y chingados, por fuera diego Armani, pero por dentro menosprecio de su identidad, de lo que son, desprecian sus raíces y lamentablemente no se dan cuenta que son despreciables para sí mismos.
Conquistado y Chingado, muchos Mexicanos proyectan en su vida diaria al chavo del 8, se conforman con una torta de jamón, esconden sus problemas en un barril y no hacen nada contra los que los humillan y les faltan al respeto.
En el colmo del surrealismo, muchos Mexicanos, quieren tocar y sacarse fotos con los políticos que los han chingado durante décadas, cuelgan la foto en la sala para presumirla a sus familiares, no importa que él siga ganando el mínimo y el otro de la foto siga ganando el Máximo, lo importante es la foto que bien retrata por un lado al político que chinga y por el otro al Mexicano que inexplicablemente lo abraza aún a sabiendas de lo que le hacen y le han hecho.
Dórigas, Ciros, Brozos, Betetas, Michas, son ejemplos de Mexicanos conquistados y chingados, su condición les lleva a permanecer de lambiscones de los poderosos, limpian con su lengua al que oprime al pueblo, se venden al mejor postor, se humillan para codearse con los explotadores y se comportan burlones con los mexicanos que detestan la condición del conquistado y reclaman sus derechos.
Beltrones, Peña, Fox, Videgaray, Robles, Salinas, Camachos, Chong, Karam, Calderón, etc…son un ejemplo más de Mexicanos, conquistados y chingados, sujetos débiles y desequilibrados psíquicamente que venden al país, que venden su dignidad, en tanto han introyectado para sí, la condición de violados vende patrias, por eso joden al pueblo, porque un buen sector del pueblo les refleja que cuando se renuncia al síndrome del conquistado, aparece la dignidad y la lucha, cosas que estos sátrapas violados por los grandes intereses son incapaces de tener para sí.
Hay pues en este país millones de mexicanos que han introyectado dentro de sí, el síndrome del chingado y el conquistado, pero también hay miles que han decidido romper esa introyección, miles han decidido sacudirse el fantasma de la conquista y han salido a las calles a marchar y andar el camino de los justos, de la ley y la justicia, más de quinientos años han pasado y un buen sector de Mexicanos comienza a crecer psíquicamente, lamentablemente el camino todavía es largo.