El sobresaliente talento hidalguense que participo en la Vex Robotics y en el World Championship, refleja por una parte el impulso – a partir del gobierno de Murillo Karam-, y fortalecimiento que han tenido, bajo el la directriz “enfoque innovador y competencias”, los organismos publicados descentralizados de educación superior, máxime por las ciencias exactas. Hoy en día operan bajo esta directriz cerca de 15 centros educativos localizados en su mayoría en la franja sur de la entidad.
En segunda instancia, vislumbra un serio problema para los tomadores de decisiones del poder hidalguense, pues, salvo en contados éxitos, la oferta educativa que permite transformar en valor a la mercancía no corresponde a la exigencia de la dinámica industrial que define la economía estatal.
El último Censo Económico señala que el oligopolio cementero, el monopolio petrolero y la cada vez más transnacional industria alimentaria, explican en conjunto 60 por ciento del valor agregado industrial hidalguense. Históricamente la mayor parte de la materia prima que consume la industria cementera es abastecida por las canteras y yacimientos propiedad de las compañías, mientras que sus efectos hacia adelante no han tenido gran relevancia. Mientras que la industria petrolera el efecto económico es limitada, pues la refinería usa fundamentalmente el petróleo como insumo, mientras que sus impactos adelante son escasos. Finalmente, la industria alimentaria se define por la matanza, empacada y procesamiento de carne de ganado, aves y otras, en manos de capital transnacional.
Frente a esta circunstancia, lejos de la cobertura mediática y de ensartar las bondades del sistema educativo actual, parece ser que la administración estatal apuesta por la capacidad de innovación a partir de la dinámica y confluencia externa, empero, existente, de experiencias principalmente en Europa y América Latina, las cuales demuestran que sin una verdadera participación del entramado socioeconómico local, el crecimiento impulsado desde afuera puede acabar en la mera creación de lo que ha dado en llamarse “catedrales en el desierto”.