PACHUCA – La inocente polvorita comparte con ustedes algo sobre las trampas electoreras y las engañifas del Tuzobus, comenzando con la anticuada treta preelectoral.
Estamos viviendo una etapa política igual a la de 1936, tal y como si no hubieran transcurrido 80 años: los mismos modos para designar candidatos; las mismas fórmulas, el mismo lenguaje engañabobos y la palabrería superflua; las maniobras y máscaras electoreras, como si los ciudadanos fuéramos estúpidos, ignorantes o retrasados mentales.
Da la perversa casualidad que este viernes 1 de abril comienzan las campañas políticas para gobernador del estado, 84 presidentes municipales y 18 diputados locales, día en que por orden expresa del gobierno del estado será reducida la tarifa del Tuzobus, de 10 a 8 pesos y eliminarán dos rutas “exprés” para hacer más rápido el servicio, coincidente casualidad, bellaca maniobra electorera con vistas a las elecciones del 5 de junio para atraer el voto de cientos de miles de hidalguenses enojados contra el PRI.
Meléndez se cura en salud
El novato dirigente de PRI en Hidalgo, Alberto Meléndez Apodaca, tratando de aparecer más neófito de lo que es, negó, curándose en salud antes de que surgieran reacciones sobre la reducción al pasaje del Tuzobus, que esta no es una medida electorera, como lo quiere interpretar la oposición.
El ex presidente municipal de Pachuca, Meléndez, no quiere admitir, porque así lo han instruido sus superiores, que esa maniobra es una fullera acción en pro del voto, vetusta y obsoleta maña de viejos priistas en el poder para inducir a los usuarios del Tuzobus a seguir creyendo en inocentadas.
Por su parte, el gobernador Francisco Olvera ha admitido que el modelo financiero para la empresa encargada de operar el servicio ha fallado pues el número de usuarios, que oscila entre 70 y 80 mil y no los 120 mil que se habían calculado, hacen incosteable el sistema.
Lo cierto es que el Sistema Integral de Transporte Masivo de Hidalgo (SITMAH) y la llamada sociedad anónima que encabeza el señor Joaquín Gutiérrez, presidente del consejo de administración de la SAPI y “representante de 501 permisionarios”, se han abstenido de rendir cuentas a la sociedad.
Desde hace seis meses nadie ha sido enterado a cuánto asciende la recaudación semanal o mensual de pasajes; cuánto se eroga en mantenimiento de los autobuses y las camionetas alimentadoras; cuál es el monto de salarios y el número de empleados, choferes y funcionarios del SITMAH. En fin: nada.
El SITMAH y la SAPI (sociedad anónima de puros inversionistas), deben hablar llanamente y dar a conocer los nombres de los “501 permisionarios”; cuánto reciben los 150 0 200 verdaderos concesionarios de las combis, que antes de que entrara en servicio el Tuzobus obtenían entre 1 mil y mil 500 pesos diarios y no los 4 mil que les quieren entregar cada mes.