“Te lo digo con toda honestidad y con el corazón en la mano: Nunca pensé que los piropos fueran violencia y que les molestaran a las mujeres. Hoy sé que he sido un pendejazo”, me dijo totalmente desconcertado uno de mis alumnos cuando se topó de frente con la campaña #MiPrimerAcoso
Le creí, su desconcierto era real, nunca se detuvo a pensar qué sentían las mujeres a quienes él les decía “Adiós, mamacita ¡Qué rica!”, dado que para él las mujeres nunca fueron merecedoras de respeto (aunque ello es algo que apenas reflexionó este fin de semana).
#MiPrimerAcoso es una campaña en redes sociales que se lanzó desde Colombia en el marco de otra gran campaña, virtual y presencial, la llamada #PrimaveraVioleta #VivasNosQueremos #24A. Esta campaña nos convocó por miles en todo el país para salir a las calles el pasado domingo 24 de abril, para protestar contra todas las violencias machistas.
Sin duda la concentración en diversos puntos del país por el #VivasNosQueremos nos llevó de manera particularmente sensible debido a la campaña previa, ésa en la que las mujeres relatamos en las redes sociales cómo y cuándo fue nuestro primer acoso sexual.
Los siguientes son algunos de los testimonios más representativos compartidos por miles de mexicanas en twitter y Facebook, dado que resumen la mayoría de los casos compartidos en las redes sociales y que presentan un común denominador: La violencia sexual contra las mujeres inicia en la infancia.
#MiPrimerAcoso Tenía 14 años, salí a la papelería y un señor se paró a orinar en la calle, me enseñó el pene y gritó que lo mirara bien.
#MiPrimerAcoso Tenía como 8 años iba sentada en el camión y un estúpido me pegó su miserable pene en el brazo. Iba con mi madre, no le dije.
#MiPrimerAcoso Iba caminando con una amiga en SCLC cuando ciclista me nalgueó. Me sorprendió tanto que no atiné más que a decir ¡Ay!
#MiPrimerAcoso Me han golpeado, han abusado sexualmente de mí, me han acosado en el trabajo y la calle. Todas las veces me he preguntado si fue mi culpa.
#MiPrimerAcoso A mis 5 años don Pepe, conserje del squash al que iban mis papás, me invitaba a ver Los Pequeños Picapiedra y me manoseaba
Lo triste es que dudé para publicar #MiPrimerAcoso como si tuviera que tener vergüenza, los avergonzados deberían ser los acosadores.
#MiPrimerAcoso tenía 11 años y un tipo pasó en una bicicleta y me apretó un seno. Una señora en la calle me culpó por llevar esa blusa.
Todavía me duele contar #MiPrimerAcoso (¿cómo vas a traicionar a tu familia?). Cuando me vestía para salir, mi padre me veía las nalgas.
#MiPrimerAcoso Fue a los once años, cuando un tipo en bicicleta me dio una nalgada tan fuerte que me tiró al suelo.
#MiPrimerAcoso Desde los 4 años un primo mayor siempre intentaba agarrarme. Mi mamá sí me creyó, mi papá no.
#MiPrimerAcoso Cuando era niña, un joven se masturbó con mi espalda mientras veía un espectáculo callejero en Coyoacán con mis papás.
#MiPrimerAcoso Fue un intento de violación de un Mirey en Polanco, me salvaron 2 albañiles. En el careo, el MP me hizo sentarme junto al él.
#MiPrimerAcoso a los 9 años cuando sacerdote en escuela católica x la q pasé me obligó a sentarme en sus rodillas para hacer la confesión
Y sí, después de leer #MiPrimerAcoso compruebo que la mexicana es una sociedad pederasta. Esto es ver el monstruo a los ojos y da miedo
Las siguientes tres publicaciones resumen la reflexión que esta campaña despertó entre los hombres:
1.- #MiPrimerAcoso Tendría yo unos 10 años cuando le levanté la faldita mientras dormía a una amiguita de mi hermana. Quizá unos 13 cuando le acaricié el pecho a otra. No hice más en ninguno de los dos casos, porque no sabía si YO quería que se despertaran o no. En ninguno de los dos casos me pasó por la cabeza el miedo, el saque de onda, de ellas. A los 18 jaloneé con violencia y estuve a punto de madrear a mi mejor amiga, que era también mi ex, porque estaba frustrado de que no volviera conmigo. Y el «a punto» fue porque nuestros amigos me detuvieron, físicamente. Nunca me pasó por la cabeza lo que ELLA pudiera sentir. Hoy, mi hijo de 13 años trata a todas las personas, del sexo que sean, como seres humanos con sentimientos, y entiende el abuso y el machismo como lo que son. Hoy su mamá me lo encargó en lo que ella salía a marchar. Su mamá, que sufrió uno de los casos de abuso más horribles, humillantes, que conozco. Hoy el mundo, el mundo de mi hijo, el de todos, es completamente distinto de cuando yo tenía su edad, gracias a gente como su mamá. Gracias a ustedes, quienes lo han vivido y han marchado y hoy marchan, por marcar el camino. Por pasar a través del abuso y del miedo y del saque de onda para encender la llama para que nosotros, los que no lo merecíamos, seamos mejores personas.
2.- Si los testimonios de #MiPrimerAcoso no nos hacen entender a los hombres la gravedad de la misoginia cotidiana, nada lo hará.
3.- Hoy me avergüenzo de mi género. De mi país. De mis nefastos privilegios. Toda mi empatía y solidaridad a las valientes de #MiPrimerAcoso