En el mundo se cometen 66 mil feminicidios al año; la mitad de ellos, en América Latina. Ninguno de ellos ocurre en Cuba. ¿Por qué? ¿Qué no la cubana es una isla donde vive el diablo y la peor de las tiranías?
Más de 150 millones de niños y niñas hoy no tienen hogar y se encuentran en situación de calle. Más de 250 millones de niños y niñas trabajan en el mundo, 150 millones en condiciones de esclavitud… Ninguno de ellos es cubano.
Doce son los países en el mundo que más crímenes por homofobia comenten, uno de ellos es México. Ninguno es Cuba. En 117 países la diversidad sexual está “autorizada”. En Cuba, la diversidad sexual forma parte natural de la vida política, social, constitucional y cultural del pueblo.
Del mismo modo, existen más de 400 millones de seres humanos sin acceso a salud; más de 900 millones sin acceso a agua potable; más de 200 millones no tienen trabajo; 100 millones no tienen un lugar donde vivir; casi 500 mil personas son asesinadas cada año en el mundo, casi 200 mil de ellas ligadas al tráfico de drogas; 315 millones de personas consumen drogas duras en el todo el orbe…
… sí, ninguno de esos seres humanos vive en Cuba. Y sí, esto es gracias a la Revolución Cubana y la obra de su Comandante en Jefe, Fidel Castro.
Dentro de los 20 países más racistas del mundo aparece Estados Unidos, pero Cuba no. De hecho, la isla no se haya en tal ranking. Puedo dar fe de ello con Martha, afrodescendiente de la provincia de Matanzas. Llora por la partida de Fidel: “Ay mi Comandante, antes de la Revolución yo no tenía nada y tú me hiciste persona, Comandante”. Otro de los tantos logros de esta Revolución: la erradicación del racismo.
Y sin embargo se dice que en Cuba se violan los derechos humanos porque no hay “libertad”. Libertad de expresión, libertad de disenso, libertad… ¿de qué más? Quien dice eso nunca se ha parado a beber ron en una “piloto” de Centro Habana. Acá se dice de todo, por todo y contra todo. Quizá un día el prócer del liberalismo Enrique Krauze se asome por acá. Porque Cuba no sólo es eso que se asoma desde la ventana de una suite en el Hotel Nacional, donde las únicas voces que se escuchan son las de los prejuicios.
“¡Que en Cuba no hay libertad, dije!”, me vociferó un día una compañera periodista. El diálogo terminó con una sencilla pregunta. “¿Y tú ya fuiste a Cuba, Elizabeth?”, le pregunté. “No”, me respondió. Ah, ok…
Es algo que nunca he entendido. Me dicen que Cuba viola los derechos humanos quienes nunca han visitado la isla. Pero aún sin conocerla, me citan versiones como las de la bloguera Yoani Sánchez (otra prócer) a quien la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), dominada por el grupo español Prisa, le paga precisamente para decir que Cuba es una tiranía de lo peor. Acto curioso: desde su cómoda casa en La Habana y rodeada de prensa internacional, la mártir del anti-castrismo declara que en Cuba no hay libertad de expresión. Algo no me cuadra…
Y si Cuba viola tanto los derechos humanos, ¿por qué las Naciones Unidas le han reconocido como uno de los países que ya cumplió los Objetivos de Desarrollo del Milenio? Entre ellos, garantizar pleno acceso a educación de calidad y asegurar la igualdad de género. Además de Cuba, sólo lo han logrado países como Suiza, Finlandia, Reino Unido, Noruega y Japón. No lo digo yo, lo dice la UNESCO.
¿Y entonces?
Dicen que en Cuba no hay libertad de prensa. Bueno, déjenme ver. Tengo un dato: sí hay un periodista asesinado en Cuba. Se trata del ecuatoriano Carlos Bastidas Argüello acribillado en mayo de 1958…. ¿Pero que no fue eso un año antes del triunfo de la Revolución Cubana? ¿Y desde entonces? ¿Nada? ¿Pues no que ahí no hay libertad de prensa? Si eso pasa en Cuba, entonces México con sus 120 periodistas asesinados, ¿qué será?
Quizá con falta de libertad en Cuba se refieran a la falta de libertad de morirte de un balazo, o de hambre, o de una enfermedad curable pero con alto costo médico, o por un ataque racista, o por no tener acceso a agua, o por una sobredosis de droga. ¿Esos son sus derechos humanos? Sí a esos “derechos” se refieren, si Krauze y compañía confunden los “derechos humanos” con el “derecho” a comerciar con lo que sea, incluso con la vida humana y los territorios, entonces sí, Fidel fue un violador sistemático de esos “derechos”. Por eso hizo una Revolución.
A propósito, lo que Fidel Castro pronunció en su grandioso discurso ante la ONU en 1973: “Se habla con frecuencia de los derechos humanos, pero hay que hablar también de los derechos de la Humanidad. ¿Por qué unos pueblos han de andar descalzos, para que otros viajen en lujosos automóviles? ¿Por qué unos han de vivir 35 años, para que otros vivan 70? ¿Por qué unos han de ser míseramente pobres, para que otros sean exageradamente ricos?”
Derechos de la humanidad… esos sí que hay en Cuba. Gracias a Fidel. Me consta. ¿O no me crees? Dime entonces, ¿ya has visitado la isla?
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