Las dictaminaciones de las reformas para despenalizar el aborto en Hidalgo tendrían que estar esta semana, pero algo o alguien está trabando su discusión. En comisiones han faltado algunos legisladores y han ocurrido ocasiones en las cuales no ha habido quórum para sacar el trabajo adelante. El diputado morenista Víctor Guerrero, así como sus copartidarias Tatiana Ángeles y Susana Ángeles, han hecho su trabajo. A esta se ha sumado la diputada del PES, Jajaira Aceves y Areli Miranda del PRD. Al mismo tiempo, hay legisladores que prefieren hacerse de la vista gorda con el tema ¿Por qué?
Es un hecho que algunos legisladores son tentados a ocupar el tema para presionar y sacar adelante su agenda de facción, por encima de la vida y la libertad de las mujeres. Me refiero a la sosa-bancada, o bien, el grupo legislativo del Grupo Universidad adscrito a Morena. Entrampados en intentar defender desde el Congreso local el presunto lavado de dinero en la UAEH por ciento cincuenta millones de dólares y explicar por qué se asignaron discrecionalmente una partida de setecientos cincuenta millones de pesos, surgen versiones que apuntan a que estos ocupan la despenalización del aborto para conseguir el favor de sus colegas de grupo parlamentario para sus temas. Peligroso impulso porril que, de confirmarse, hará que Morena Hidalgo pague el precio electoral. Están a tiempo de entender que los derechos de las mujeres no son botín político.