No conformes con apenas existir como partido político, el PAN en Hidalgo se dio el lujo de apoyar la marcha anti-derechos realizada este sábado por iglesias católicas, evangélicas y grupúsculos conservadores como la asociación de «padres» de familia y el frente nacional por la «familia» en el Estado. Su oficina de comunicación social fue la encargada de emitir el boletín del evento, operada por gente que, al mismo tiempo, es cercana colaboradora de la presidenta municipal de Pachuca, Yolanda Tellería Beltrán. Por si esto no bastara, no les importó faltar al octavo mandamiento de su ley divina al dar falso testimonio de lo que aquí ocurrió, afirmando que eran diez mil personas contra el aborto cuando en realidad apenas superaron las mil. Cifra de feligreses acarreados en camiones desde municipios como Atotonilco, Tezontepec, Tizayuca, Tulancingo o Zapotlán. De tal modo, al panismo debería preocuparle su ínfima capacidad de movilización amén que su pútrida ideología se va extinguiendo ante la vorágine juventudes libres e indomables, quienes en Hidalgo claman más y mejores derechos, donde pronto no tendrán lugar los templos y sus fieles envejecen sin remedio.