El presidente de la junta directiva del Congreso local, Ricardo Baptista González, está ocupando los medios oficiales a su alcance para presionar por la liberación de setecientos cincuenta millones de pesos destinados a obra pública en sesenta y cuatro municipios. El también coordinador de la fracción de Morena está diciendo que el Gobierno del Estado tiene retenido ese dinero y que lo «manosea». De tal manera, Baptista González intenta pasar la responsabilidad a la cancha del Ejecutivo y hacerle ver como presunto culpable. Al diputado lo están presionando sus jefes en el Grupo Universidad porque ese dinero pretendía ser usado para operación política de cara a las elecciones municipales. Con esto, el bando universitario en Morena busca afianzar sus ganancias –mermado por las acusaciones en su contra por lavado de dinero y corrupción–, y adquirir cotos de poder antes de su advertida e inevitable exclusión de Regeneración Nacional. Por lo pronto, Baptista González sigue llenando a la Legislatura con funcionarios de la UAEH, pero con resultados lamentables. Tal es el caso de aquel universitario que pusieron como encargado de las streaming de las sesiones parlamentarias en sustitución de quien por años lo estaba haciendo, pero que ha fracaso en su encargo por desconocimiento técnico.