Se acabaron las fiestas de Independencia, pero sus colores permanecen en las calles, como relamiéndose la alegría. Fue tal el festejo que Pachuca aún no se quita su traje de fiesta.









Se acabaron las fiestas de Independencia, pero sus colores permanecen en las calles, como relamiéndose la alegría. Fue tal el festejo que Pachuca aún no se quita su traje de fiesta.