Aunque la rectoría de la Universidad Autónoma de Hidalgo quiera, no podrá ocultar por mucho tiempo la identidad de los profesores y un alumno implicados en presunto abuso sexual en contra de alumnas de esa institución. Ayer, la feminista hidalguense, Dana Corres, reveló el nombre del ahora ex profesor del Instituto de Ciencias Básicas e Ingeniería expulsado por la UAEH por presunta violación, un arquitecto cuyas iniciales son I.A.A.R. «Ha sido denunciado por alumnas por abusar de su poder y por involucrarse con varias de ellas a partir de eso. Usa una careta de intelectual para ligarse alumnas 15 años más jóvenes que él», dijo. De acuerdo con la activista, en ese Instituto se teje una red de apoyo al presunto agresor, desatando miedo entre las alumnas. En efecto, un violento nunca está solo. Y en el ambiente académico, sobran los cómplices. Si no se denuncian sus nombres, ellos y sus amigos seguirán acosando alumnas. Otros profesores y alumnos continuarán las agresiones al punto de arriesgar la carrera de las denunciantes. Faltan por exhibirse dos casos más de abuso sexual en el Instituto de Ciencias Sociales y Humanidades, los cuales involucran a un maestro y un alumno. Si quedan impunes, inhibirán otras denuncias y la violencia crecerá. La rectoría de la UAEH solo tiene una opción: denunciar a los agresores y asegurar para las universitarias una vida libre de violencia en la institución.