En serio, ¿qué les está pasando a ciertos representantes públicos que creen que el CORONAVIRUS es un tiempo de promoción política o para impulsar intereses personales? Primero, cuatro diputados que habían renunciado a su cargo para buscar un hueso en las elecciones municipales, volvieron cuando se suspendió la elección y, cuando esta se reanude, seguro volverán a pedir licencia; luego, el GRUPO SOSA se negó a sesionar de firma virtual poniendo en riesgo la salud de quienes laboran en el legislativo; y, ahora resulta que la diputada del PES, JAJAIRA ACEVES CALVA, anda repartiendo DESPENSAS con su nombre en los municipios de MIXQUIAHUALA y PROGRESO.
Quizá las intenciones de la diputada Aceves Calva son buenas —entregar despensas a familias que lo necesitan a causa de la pandemia—, pero, ¿es MORAL promocionar su nombre? Lo que sí, es a todas luces una VIOLACIÓN al artículo 134 de la CONSTITUCIÓN Política de los Estados Unidos Mexicanos, el cual prohíbe la promoción personalizada de las y los servidores públicos. Es decir, está prohibido por la Constitución que, en la propaganda que realice el Estado mexicano (o sea, los tres poderes federales, estatales y municipales, así como organismos autónomos) y los servidores públicos a su servicio, se utilicen imágenes, voces o símbolos que identifiquen a algún funcionario. Está claro que la diputada JAJAIRA es una servidora pública por lo que, andar repartiendo despensas de esa manera es ILEGAL; y hacerlo valiéndose de la necesidad de las familias a causa de la crisis económica por el coronavirus, sí, también es INMORAL. Por lo que, si en verdad solo le interesa ayudar, que le arranque a las cajas las etiquetas con su nombre y que permita que sus obras hablen por sí mismas.
