A estas alturas, cuando la gente rompió las cintas del confinamiento y muchas personas pelean por recuperar su economía, el sistema político hidalguense ha sorteado la crisis. A diferencia de Jalisco, donde el gobernador Enrique Alfaro prendió fuego al Estado; o Guanajuato, donde se quebró la gobernabilidad, Hidalgo puede presumir al país que goza de paz social. No obstante, el aparato estatal está a punto de lidiar con el desafío más grande del año: gestionar la elección de concejos municipales, seguida de elecciones a Ayuntamientos, todo, mientras el COVID sigue su marcha.
Ayer, la periodista de DESDE ABAJO MX, Jazmín Ángeles, dio cuenta de las intenciones del Instituto Nacional Electoral de realizar los comicios el domingo 20 de septiembre; es decir, un mes posterior a lo necesario para tener autoridades constitucionalmente electas antes del día 5 de ese mes, como era lo deseable. Pero, al retrasarse el calendario electoral por obvias y virulentas razones, el Congreso local deberá elegir concejos municipales para los días entre el término de los actuales Ayuntamientos y la toma de protesta de los nuevos, lo cual ocurriría en octubre. Será un mes muy delicado, donde las autoridades deberán liquidar cualquier posible conflicto.
Primero en el Congreso, donde no faltarán sosistas-quienes querrán imponer a sus testaferros en los Concejos Municipales. En su conformación, el objetivo es garantizar que se cumplan las premisas de pluralidad, ciudadanía y virtud, marcadas por la ley. Segundo, las elecciones. El periodo electoral será muy corto; en él deben caber campañas, comicios y resolución de controversias. Y como el coronavirus anda por ahí, lo ideal es evitar cualquier querella que instigue a los candidatos inconformes a sacar a sus huestes a las calles. Porque no faltan los obtusos.
Es claro que no todo dependerá de las autoridades estatales; los partidos políticos y las instituciones llevan buena parte de responsabilidad. Pero los antecedentes son alentadores. El secretario de Gobierno, Simón Vargas, ha conducido la política interna hasta parajes tranquilos, pese las difíciles circunstancias. Hay motivos suficientes para confiar en que así seguiremos.