El catedrático y economista cubano Miguel Alejandro Figueras manifestó su confianza en que el turismo a nivel planetario se recuperará pese al impacto de la Covid-19, y por supuesto, el de Cuba.
Tal aseveración la formuló vía electrónica, precisamente cuando está en práctica la posibilidad de que turistas extranjeros puedan visitar los cayos del centro-norte de Cuba.
Reconoció que la industria de los viajes recibió un duro golpe por la pandemia, pero la resiliencia del sector se mostró en más de una oportunidad.
Figueras, profesor titular de la Universidad de La Habana y Premio Nacional de Economía en 2007, recordó a Prensa Latina la trayectoria de esta industria y sus diferentes etapas.
Dijo que los habitantes de la Tierra viajan a otros países cada vez con más frecuencia, de ahí que el turismo internacional se implantará como algo común.
Reseñó que se acepta a 1950 como el momento del despegue del turismo mundial masivo pues hasta ese momento existían solo viajes de la élite, de personas con cierta riqueza, pero en ese año cruzaron las fronteras de sus países 25 millones de turistas internacionales.
A partir de esa fecha el número de turistas internacionales creció sostenidamente, con pocos y ligeros baches. Esa actividad de ser elitista se tornó masiva, insistió.
La movilidad de habitantes del mundo creció. En 60 años el turismo internacional se multiplicó 60 veces, recalcó.
Pocos fueron los años en que se estancó o retrocedió levemente. En 1950 la relación de viajeros turísticos era de uno por 100 por habitantes de la tierra, mientras en 2018 fue de uno por cinco.
Un conjunto de actividades es agrupado por los organismos mundiales bajo el término Viajes Internacionales y Transporte de Pasajeros.
Ese grupo de actividades ocupó en 1995 el primer lugar entre las exportaciones, sobrepasando a los combustibles, aunque en años recientes ocupa tercer lugar, ligeramente por debajo de aquellos.
En 2020 se pronosticaba que viajarían a otras naciones unos mil 500 millones de turistas, entonces inesperadamente surgió y se expandió con celeridad la pandemia.
A partir de la enfermedad todo cambió, los escenarios previstos se derrumbaron. El turismo internacional prácticamente desapareció a inicios de 2020, sentenció.
Pese a ello, Figueras confía en la recuperación del turismo, meses más o meses menos según sus propias palabras, debido a que se trata de una actividad consolidada y demandada por miles de millones de personas en el mundo.
Y esa confianza también la transmite vinculada con el sector en Cuba, por la organización y los planes bien delineados en esta nación del Caribe.
DURO GOLPE
Señala el entendido que en el orbe es enorme la confusión en relación al turismo, cuando buena parte de la flota aérea comercial del mundo, 27 mil aviones, se encuentra paralizada en tierra, inactiva.
De acuerdo con el más reciente Barómetro de la Organización Mundial del Turismo (OMT), en el primer trimestre de 2020 el sector se contrajo 22 por ciento, 67 millones menos de turistas internacionales, lo que traducido en ingresos perdidos significa 80 mil millones de dólares.
El secretario general de la OMT, Zurab Pololikashvili, insistió que el turismo recibió un duro golpe, y millones de puestos de trabajo se encuentran en peligro en uno de los sectores de la economía que más mano de obra emplea.
Figueras destacó al respecto esos referentes de una crisis que amenaza alrededor de 120 millones de puestos de trabajo en el empleo directo del turismo.
TURISMO CUBANO, DESTINO FAVORABLE
Millones de personas transitaron por meses de miedo cuando la pandemia azotaba sin piedad a sus países. Pasado ese sentimiento de inseguridad, la posibilidad de Cuba como un destino muy favorable se encuentra sumamente latente, sentenció el experto.
Arbitró que en tres décadas Cuba ocupó una posición destacada en las Américas en cuanto al turismo internacional. Se le reconoce como uno de los mejores destinos.
Paralelamente, el archipiélago ofrece la mayor seguridad personal al turista y su sistema de salud pública, el cual ocupa una posición puntera que garantiza altos niveles de bienestar.
Así argumenta Figueras su optimismo y la realidad de una Cuba que se enfrenta a la enfermedad de la Covid-19 de muchas maneras, y que saldrá adelante también en el turismo. (Roberto F. Campos / Prensa Latina)