Carlitos y Ximena son dos pequeños que viven en el barrio de La Surtidora, en el centro de Pachuca. A su corta edad, muestran mucha curiosidad y entusiasmo por aprender cosas nuevas en la escuela. Por desgracia, la nueva normalidad derivada del Covid-19, obligó a los planteles a impartir sus clases a distancia y en línea y esto representa un gran obstáculo para sus ganas de leer y colorear, pues no cuentan con internet, computadora o celular, ni siquiera útiles o una televisión, para poder tomar sus clases. Ahora, ya van atrasados en este nuevo ciclo escolar.
Griselda, su mamá, se ha enfrentado a múltiples obstáculos para sacar adelante a sus hijos, pues aparte de la crisis económica, hace poco le robaron algunas pertenencias en su propio hogar, incluída la pequeña televisión con la que contaban. Así, mientras algunos sueñan con el el videojuego de moda y se enojan porque creen que las clases a distancia son una pérdida de tiempo, la ilusión de Xime y Carlitos es tener una tele, un DVD, películas, muchos colores, libretas y cuentos para leer y colorear, y alimentar esas ansias inagotables de aprender.