La diputada federal por el distrito de Actopan, Simey Olvera Bautista, considera que su partido, Morena, requiere más que una dirigencia estatal para solucionar sus problemas; requiere disciplina.
Morena Hidalgo cumple más de dos años sin un Comité Directivo estatal luego de que su expresidente, Abraham Mendoza Zenteno, abandonara el cargo al ser nombrado delegado estatal de los Programas para el Bienestar del Gobierno de México. Del mismo modo, quien era su secretaria general y senadora de la República, Angélica García Arrieta, falleció en diciembre de ese año.
Desde entonces, Morena Hidalgo ha navegado sin timón y es presa de grupos internos. Así, sucumbieron en las elecciones municipales donde sólo pudieron ganar cuatro de ochenta y tres alcaldías, a pesar de tener siete legisladores federales y mayoría en el Congreso estatal.
Por eso, la dirigencia es muy necesaria pero también la disciplina, opina Simey Olvera, “porque de nada sirve la dirigencia sin disciplina”.
Olvera proviene de una familia de tradición izquierdista, tanto en el magisterio del Valle del Mezquital como en la lucha electoral cuando el PRD todavía era un partido político apegado a sus orígenes. Eso le valió ser elegida diputada local por las siglas del sol azteca al ser la joven más votada en esos comicios. Luego de brindar su apoyo al ahora presidente Andrés Manuel López Obrador en las elecciones del 2018, se afilió a Morena, fundando el primer grupo legislativo local en la historia de ese partido en Hidalgo.
Ella piensa que Morena Hidalgo puede enderezar el rumbo replicando la ruta que trazó el presidente nacional de ese partido, Mario Delgado; es decir, reconociendo que Regeneración Nacional es un partido “plural” y estableciendo un diálogo con todos los grupos.
Además, abriendo el partido a la ciudadanía, porque “Morena es del pueblo. Si se gana es gracias al apoyo de pueblo y porque la gente cree en el proyecto”.
Simey Olvera ha manifestado su deseo de ser la presidenta de Morena Hidalgo. Asegura que hay mucha gente que le ha declarado intenciones de sumarse a la reconstrucción de ese partido; sobre todo –señala–, gente que apoya a la cuarta transformación, aunque no milita en Regeneración Nacional.
La diputada confirma que quiere dirigir a Morena en Hidalgo: “Sí quiero participar, creo en la unidad”.
Explica que, además de disciplinar al partido, tiene como objetivo eliminar cualquier rastro de corrupción y erradicar los compadrazgos en la organizacón. Al respecto, explica que, parte de la debacle en las elecciones municipales, está en que muchos dejaron de apoyar a Morena cuando sus nominados no obtuvieron las candidaturas que deseaban. Entonces, “no acatar las reglas quiebra un poco el partido”.
