Se ha alzado como un elefante blanco durante años sobre la avenida Felipe Ángeles y este fin de semana por fin se puso a funcionar ese edificio que, dijeron, sería un hospital estatal, pero ahora será del IMSS. Se presentó como un supuesto centro de especialidades bajo el gobierno de Miguel Ángel Osorio Chong pero, como fue constumbre en esa época, se ponía la primera piedra y poco más. Al llegar Andrés Manuel López Obrador a la presidencia, dicha obra fue absorbida por el Instituto Mexicano del Seguro Social para crear ahí el Hospital General de Zona No. 36 que dará atención a quienes habitan en Pachuca y la región que va desde Tula hasta Tizayuca. Luego, la pandemia llegó y éstos como otros planes se pausaron para atender la emergencia. Sin embargo, los acontecimientos dieron cuenta que, si algo es indispensable culminar, es la infraestructura hospitalaria. De tal modo, este fin de semana el gobernador Omar Fayad y el director nacional del IMSS, Zoé Robledo, anunciaron, no sólo el avance de las obras para contar con uno de los más grandes hospitales de la región sino, en tanto, la habilitación de un área para atender pacientes enfermos de COVID-19 en este hospital. Sin inauguraciones faraónicas y haciendo caso de la emergencia, ambos funcionarios han puesto en marcha cinco mil metros cuadrados para la contención de la pandemia, con 67 camas con respiradores e insumos. El anuncio llega en el álgido momento en el que Hidalgo se acerca al cien por ciento de su ocupación hospitalaria y casi no quedan camas para pacientes COVID. Según se informó, el área contará también con consultorios, farmacia, acceso a tococirugía, observación menores, observación adultos, jefe de servicio (RPBI, aseo y secretaria), ginecobstetricia de alto riesgo, jefe de tococirugía, pasillo de circulación técnica, cuartos de labor 1-10, cuarto de choque 1 y 2, observación intermedia corta, curaciones y yesos, y sanitarios. También un sótano donde se encuentra un almacén general, baño – vestidor del personal, anatomía patológica, RPBI, identificación de cuerpos y refrigeración, atención deudos, baño y vestidor), oficinas de apoyo administrativo con módulo de personal y abasto de nutrición. Y no sólo eso. Mientras trabaja el área COVID continuarán las obras de construcción del hospital, claro, en superficies aisladas. De modo que este mismo año, Hidalgo contará con un nosocomio listo para atender a 170 mil derechohabientes. Esta decisión debe reconocerse.