La falta de lluvias, pero también la evidente contaminación, así como el absoluto olvido de las autoridades ambientales de todos los niveles de Gobierno, mantienen a estos cuatro cuerpos de agua al borde de la muerte. Dos de ellas, la presa El Durazno, en el municipio de San Agustín Tlaxiaca y la laguna de Meztitlán, ya están completamente secas.
De acuerdo a la Comisión Nacional del Agua, Hidalgo está sufriendo una disminución en el almacenamiento de agua, lo cual ha comprometido a los embalses del Estado. Sin embargo, un recorrido por las zonas evidencia que, además de eso, estos ecosistemas han sido víctimas de la negligencia y la falta de interés en el medio ambiente. Te presentamos las fotos.