El ser humano es un misterio, escribió Santo Tomás. Y en su afán de comprenderse a sí mismo, llega la fe; aquel acto de voluntad que busca conocimiento más allá de lo congnosible. Por eso, en la época en la cual nos azota una pandemia que sólo puede explicarse con palabras que no son comunes; por eso, frente a la incertidumbre por el futuro, sólo nos queda el ruego al cielo de ser librados de este calvario.
Tres barrios de Pachuca desafiaron, pues, las restricciones del confinamiento y armados de cubrebocas y su fe, realizaron su tradicional viacrucis de Semana Santa. El año pasado se suspendió. Pero la pandemia se ha alargado tanto que no quisieron hacer esperar otro año más a su devoción popular. En buena medida, esto no fue tanto una desobediencia sino un acto de esperanza: también el pueblo quiere resucitar.
Te presentamos las imágenes de lo vivido en los viacrucis por los barrios de Las Lajas, El Arbolito y Cubitos.