PACHUCA —- La precandidata del PRI, PAN y PRD a la gubernatura de Hidalgo, Carolina Viggiano Austria, se encontró con la prensa este lunes 25. La confianza que la condujo hasta la mesa principal se fue diluyendo conforme pasaba el tiempo y surgían las preguntas. No es una política que se muestre cómoda ante los cuestionamientos. Frota sus manos. Acuchilla con la mirada. Levanta el mentón, desafiando a un contrincante imaginario. Procura modular la voz pero, en la búsqueda de palabras, se diluye su discurso, quedando en el aire el resabio de su arrogancia. Sin embargo, por momentos, su talante se complementa entre las voces masculinas que la rodean. La única mujer cerca de ella, la formal dirigente de Acción Nacional, Claudia Lilia Luna, fue mandada a callar. Viggiano, que procura hablar de igualdad de las mujeres, olvida a la panista, no le cede la palabra. Sólo mira a los hombres que, a su lado, discursean. Y ella, denota el deseo de reclamar sobre lo que la ley le impide. Aún son los tiempos de precampaña y se enreda entre demagogia y datos sobre el gobierno federal que no puede o no sabe dar. Come. Tose. Frota su mentón. Y ese descuello, otra vez, que lanza al vacío; naturaleza caciquil que le viene de lejos y no puede ocultar.