PACHUCA — Más tardó la dirigencia del Partido Verde en decir que se separaba de la coalición Juntos Haremos Historia, que las estructuras y militancia de esa organización en demostrar que su compromiso está firme con Julio Menchaca.
Primero, quien ha sido el jefe político del Verde en Hidalgo, Cuauhtémoc Ochoa, refrendó su apoyo al candidato de Morena a la gubernatura hidalguense de forma pública e inmediata, despejando cualquier duda sobre su lealtad. Después, corrió como pólvora el deslinde de las estructuras verdes a la decisión de su dirigencia y aseguraron que, sí o sí, llevarán hasta cinco mil militantes al día del arranque de campaña del precandidato morenista. «El proyecto es con Menchaca», afirman.
El entuerto verde —llegado de último momento por incomprensible capricho de su dirigencia nacional y signado por el comité estatal—, pone en entredicho el futuro de la organización. Las bases se niegan a depositar sus esfuerzos en un candidato desconocido y alertan sobre la inminente pérdida del registro del PVEM en el Estado.
Los votos verdes de quedarán con Menchaca; verbigracia, el tucán corre peligro de desfondarse. Si eso pasa, el único beneficiario a Morena.
