Como una forma de consolidar el legado de conocimiento de Hidalgo para el país, fue presentada la Biblioteca Científica del Ciudadano (BCC), un esfuerzo que representa un ejemplo tangible y real del efecto positivo de la coordinación entre academia, iniciativa privada y gobierno.
“La voluntad de financiar un esfuerzo tan valioso para la divulgación es una más de las acciones del Gobernador Omar Fayad Meneses, como parte de la estrategia para establecer la ciencia, la tecnología y la innovación como vías de desarrollo”, expresó Lamán Carranza Ramírez.
Lo anterior, en un acto celebrado en el Auditorio Bernardo Quintana del Palacio de Minería, en el cual junto con el investigador Omar López, codirector de la BCC y el exdirector de la Editorial Grano de Sal, Tomás Granados; donaron más de 500 libros de esta colección a institutos, bibliotecas públicas y organismos de divulgación de ciencia y tecnología en el país.
Carranza Ramírez agregó que leer cambia la realidad porque el valor más grande es el conocimiento, y lo que tienen estos 11 títulos es invaluable. Alcanzar este número no es fácil, pero cuando la voluntad se orienta hacia una causa útil, las barreras se rompen y los momentos, humores y burocracia se hacen a un lado.
Carranza Ramírez compartió que la BCC es un aval para buscar ayuda “estábamos pensando en grande, por lo que necesitábamos de grandes autores que respaldaran nuestro dicho; no para pedir dinero, si no para plantear proyectos. El dinero es sólo una herramienta para lograr objetivos; pensar sólo en ello es un error de estrategia”.
Nuestra convicción, indicó Carranza, es enfocarnos en ciencia, tecnología e innovación para cambiar la realidad y la fisonomía del país; “no son la única vía, pero sí la más corta”.
Hoy, gracias a esta biblioteca hemos conversado en el mundo con gente muy capacitada y acercar a Hidalgo algunos de los proyectos más importantes del país, como un Sincrotrón, una Aceleradora de Negocios Biotecnológicos y otros más en el Distrito de Educación, Salud, Ciencia, Tecnología e Innovación (DESCTI), “porque en México hay grandes investigadores pero no tienen herramientas científicas”.
“Este gobierno se va, pero gracias a la influencia de la BCC se van a continuar estos trabajos y eso, en política, es un éxito”, advirtió el funcionario estatal.
Durante la presentación, Tomás Granados, fundador de la colección, ahora editor en Siglo XXI, añadió que el propósito de la BCC es transmitir no sólo conocimiento, sino el modo de pensar de los científicos.
“Su perversión y el modo deforme y genial de entender y enfrentar un problema, de diagnosticarlos y procurar resolverlos. Eso buscamos en la BCC, hemos querido compartir ideas como, por ejemplo en ‘La máquina genética’ (del Nobel Venki Ramakrishnan), no explicar qué es el ribosoma, sino cómo la imaginación del científico descubrió un problema, batalló con él, tuvo que adaptarse a la disponibilidad técnica”, aclaró Granados.
Esta colección en Grano de Sal, ahora dirigida por Olmo Balam Juárez, ha buscado publicar libros no perecederos ni coyunturales sobre problemas que desaparecerán del horizonte. “Buscamos autores de alto nivel como Premios Nobel, lo cual no es garantía de que puedan transmitir el conocimiento, pero estas son voces que han llegado a una altura excepcional en su trabajo de investigación, añadió el también originario de Hidalgo.
En tanto, Omar López dijo que desde el inicio, la Biblioteca Científica del Ciudadano se construyó por el “amor por los libros” y no podía ser distinto. Una plática entre José Franco, Lamán Carranza, Tomás Granados y un servidor, es hoy un legado muy importante para la divulgación científica en México.
“El pequeño proyecto de editar un libro en español de un casi excéntrico Nobel de Física, se ha convertido en una oferta editorial que ahora sustenta la visión sobre la importancia del conocimiento de un pequeño estado del país, que quiere un sincrotrón para el desarrollo regional”, concluyó el astrofísico.
Finalmente, se anunció que vienen diez títulos más para la biblioteca científica, con la idea de entender las tecnologías disruptivas y el mundo del trabajo.
“Nuestra visión es cómo se crea el empleo. Si hay jóvenes tan inteligentes, pero que no tienen un empleo, esta es una trampa que tenemos que romper, la Biblioteca avivará esa discusión”, destacó Lamán Carranza.
En el evento también colaboró el Consejo Internacional Responsabilidad Social para la Sustentabilidad, cuya presidenta, la Doctora Lourdes Yáñez, fungió como maestra de ceremonias. Por parte de la Unidad de Planeación y Prospectiva acudieron Xóchitl García, Coordinadora General de Evaluación Estratégica y Juan García, Coordinador General de Normatividad; así como Alejandro Franco, Coordinador del DESCTI.