Falleció el periodista Jorge Martínez López. Se trataba de uno de los reporteros con más experiencia en nuestro Estado. Conoció todas las posiciones de una redacción y atestiguó el cambio de paradigma periodístico, desde las máquinas de escribir hasta la inteligencia artificial.
Trabajó la entrevista banquetera como uno más de la tropa, ascendió a director editorial de varios periódicos y despachó en las oficinas de comunicación social, tanto del Ayuntamiento de Pachuca, como del Gobierno del Estado de Hidalgo; en ésta última, cuando a finales del 2024, el gobernador Julio Menchaca —amigo suyo de la adolescencia— lo llamó para ocupar esa coordinación. Llevaba sus primeros meses de trabajo cuando una enfermedad lo sometió al quirófano a mediados de junio. Luego, su lamentable deceso por la madrugada de este miércoles 9 de julio.
Fue y será valorado como un periodista talentoso, hecho en la calle y en el fragor de las redacciones clásicas. Ni los colegas que en algún momento marcaron distancia de él podrían negar que se trataba de un profesional agudo. Con él, perdemos a un referente de la comunicación hidalguense. Uno de esos periodistas que ocupaban todas las listas de imprescindibles. Hará falta su pluma en tiempos en los que el periodismo apremia por profesionales, así, en toda la extensión de la palabra. Eso que Jorge fue: un periodista hecho. Descanse en paz.