Este miércoles 13 de agosto, el INEGI informó sobre los resultados de evaluación de pobreza multidimensional en México, dando un resultado histórico: durante el sexenio del expresidente Andrés Manuel López Obrador, más de trece millones abandonaron la línea de empobrecimiento y casi dos millones, la pobreza extrema.

Estos también son maravillosos resultados para Hidalgo. El gobierno de López Obrador significó que nuestro Estado bajara el índice de pobreza, teniendo un índice del 50.6, al final del sexenio de Enrique Peña Nieto, al 35.3 en 2024, cuando AMLO dejó palacio nacional. O sea, pasamos de tener 1 millón 517 mil personas pobres en 2018 a 1 millón 140 mil. Eso significa que más de 377 mil hidalguenses hoy tienen una mejor vida.
Ahora, Hidalgo ya no es de los cinco estados más empobrecidos de México, una cifra vergonzosa con la cual crecimos generaciones enteras, tanto, que nos acostumbramos a citarla. Gracias a López Obrador, nuestro Estado hoy ocupa el décimo lugar y el octavo en pobreza extrema. Esto también es histórico.
¿Cómo consiguió esto? La presidenta Claudia Sheinbaum lo explicó este jueves: durante la época neoliberal, se pensó que «si llovía arriba, goteaba abajo»; pero la Cuarta Transformación se propuso revertir la formula: «por el bien de todos, primero los pobres», lo que significa que, si hay riqueza abajo, la habrá arriba. Y así lo hizo. Un gran paquete de programas sociales que ya son derecho Constitucional es el secreto de su éxito. Pensiones para personas adultas mayores; becas para estudiantes; apoyos directos para el campo y la reforestación; recursos para madres que crían solas y apoyos para el primer empleo para las juventudes. A todo esto se suma un gran equilibrio fiscal, manejo de indicadores macroeconómicos, fomento a la austeridad y una política de cero tolerancia a la corrupción. Es decir, todo lo que los anteriores gobiernos no hicieron (y algunos, incluso de la 4T, también se niegan a implementar).