El gobernador Julio Menchaca Salazar lo dijo claramente: está mal que un maestro de escuela pública también labore en un cargo publico que exige su tiempo completo. O una cosa y otra.
De tal modo, el Gobierno del Estado publicó que hasta 130 docentes ‘dobletean’ cargo como profesores y con puestos públicos dentro de algunos Ayuntamientos, sin que quieran renunciar a uno, para dedicarse a otro.
Sin embargo, tanto el SNTE como el Partido Nueva Alianza Hidalgo, olvidaron por un momento sus rencillas coyunturales para recordar que fueron paridos por la misma madre Elba Esther e hicieron un frente común en defensa de tal ilegalidad. Y dijeron que sí, que sí pueden ‘dobletear’ cargo y que cuál es el maldito problema. Y en el colmo del despropósito, la diputada panalista Mónica Reyes argumentó que un médico no dejaría su consultorio para tener un cargo de elección popular.
Pero lo que no calculó la diputada Reyes en su intento de justificación es que, a diferencia de un médico, un profesor del SNTE gana su sueldo con dinero público; de manera que, de ocupar un cargo de elección popular, estaría cobrando dos salarios directamente del erario. Nada mal, si se considera que, en promedio, un maestro de educación primaria puede ganar más de doce mil pesos, y si, al mismo tiempo funge como regidor con un salario de hasta de 30 mil pesos, se estaría embolsando más de 40 mil pesos de dinero público, claro, más presentaciones superiores a la ley.
Con razón el SNTE y el PANALH defienden como un perro el hueso que los alimenta.
El problema es que, cobrar dos salarios del erario, es ilegal, pues viola la Ley de Responsabilidades Administrativas del Estado de Hidalgo. Lo que tendrían que hacer para ejercer (y cobrar) como servidores públicos, es pedir licencia como docentes, eso sí, sin goce de sueldo. Aunque aparentemente ese es precisamente el problema con el SNTE-PANALH: siempre les ha gustado mucho el dinero, más que la política o la educación.